El artista urbano británico Banksy se halla sin quererlo en el centro de un enredo en Bélgica, donde la justicia incautó 58 de sus obras por falta de un seguro, descubierta tardíamente por un expositor de Bruselas.

El caso es complejo. La exposición Banksy Unauthorized, abierta a principios de noviembre en un espacio dedicado al arte urbano y gestionado por la asociación Strokar, se organizó como su nombre indica sin la autorización del artista nacido en Bristol.

Según el abogado del expositor, Stanislas Eskenazi, las 58 obras de la muestra, que ya pasó por otras ciudades europeas como Berlín, están valoradas en 15 millones de euros.

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La exposición está compuesta por pinturas, fotos o serigrafías procedentes en su gran mayoría de colecciones privadas y reunidas por Steve Lazarides, exagente de Banksy, con quien este último rompió en 2009.

La empresa alemana On Entertainment, actuando como una especie de intermediaria, contactó con Strokar para exponer en la capital belga. La firma aseguró tener los derechos y las autorizaciones para mostrar estas obras.

Según Eskenazi, la compañía alemana no quiso producir los contratos de seguros de las obras cuando Strokar se lo pidió y la exposición ya estaba en marcha. “Dijeron: ‘Es nuestro problema, no el vuestro’”, afirma el abogado. (I)

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