"Nunca he contado esta historia públicamente pero ahora es el momento" arranca el escrito de la actriz Emilia Clarke, de 32 años,  quien da vida a Daenerys Targaryen, en la serie Game of Thrones (GOT/Juego de Tronos), de HBO. La  joven inglesa revela -en el artículo que publica el diario The New Yorker- que sufrió dos aneurismas luego de la grabación de la primera temporada de esta producción. 

Clarke detalla en esta publicación que a principios del 2011, cuando finalizó el rodaje de GOT, comenzó este episodio en el que casi perdió su mente. "Estaba aterrada. Aterrorizada por la atención, por un negocio que apenas entendía, por cumplir con la confianza de los creadores de Tronos había  puesto en mí. Me sentí, en todos los sentidos, expuesta", explica.

En este escrito, Clarke cuenta  también lo que sintió cuando apareció desnuda en el primer episodio de la serie. "Haces de una mujer fuerte y, sin embargo, te quita la ropa. ¿Por qué? ¿Cuántos hombres debo matar para demostrar mi valía", era una pregunta que se hacía constantemente, se lee en el artículo y que le provocó estrés al descubrir que se convertía -sin proponérselo- en un ejemplo a seguir. "Las jóvenes se vestían con pelucas de rubio platino y túnicas para ser Daenerys", agrega. 

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Para aliviar un poco su carga emocional, dice, empezó a trabajar con un entrenador personal y durante una de estas sesiones comenzó a sentirse mal. "Sentí como si ua banda elástica me apretara el cerebro. Intenté ignorar el dolor, pero no pude. Le dije a mi entrenador que tenía que tomar un descanso", cuenta.

Este terrible momento en su vida, que ocurrió cuando tenía 24 años,  le ocurrió llegando al vestuario del lugar en el que estaba y una mujer en el lugar la socorrió. "Vino a ayudarme y entonces todo se volvió borroso. Recuerdo el sonido de una sirena, una ambulancia, escuché nuevas voces, alguien diciendo que mi pulso era débil, mientras yo vomitaba bilis. Alguien encontró mi teléfono y llamó a mis padres", expone.

 

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La actriz fue trasladada al hospital nacional de Neurología y Neucirugía de Londres, luego que una resonancia magnética revelara una hemorragia subaracnoidea (SAH, por sus siglas en inglés), un accidente cerebrovascular potencialmente mortal, causado por una hemorragia en el espacio que rodea el cerebro.  "Esta no sería mi última cirugía y no sería la pero. Tenía 24 años",  publica Clarke. (I)

 

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