Con apertura por parte del grupo musical Wengué, el Centro de Convenciones Simón Bolívar empezó a sonar  a las 20:00 la noche del jueves a la espera del artista principal, Fonseca.

“Desde chiquita escuchaba a mis papás poner Arroyito en la radio y supe desde ahí que me gustaba su música. Nunca se me ha dado la oportunidad de verlo, esta es la primera vez  y no puedo más con la emoción”, comentó Alexandra Mera, de 20 años, quien asistió junto con su madre al concierto.

Asimismo, muchos fanáticos esperaban ansiosos que se apaguen las luces y arranque el espectáculo. Dieron las 21:15 y el sonido de los instrumentos delató la llegada del artista al escenario, quien empezó cantando Simples corazones, sencillo estrenado en el 2018. 

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 “Báilalo Guayaquil, báilalo” fueron las primeras palabras del cantante al público eufórico que cantaba y danzaba con los temas movidos del colombiano: Entre mi vida y la tuya, Hace tiempo y Enrédame.

Luego llegó el tiempo de un brindis. El artista levantó en su mano un vaso y se dirigió al público diciendo “Gracias gente por recibirnos con tanto cariño, por la buena onda y buena parranda. Salud Guayaquil”.

Para la mitad  del concierto, Fonseca cantó melodías de su más reciente álbum  titulado Agustín (homenaje a su hijo que nació la misma semana del lanzamiento del disco), así como vallenatos bailables. 

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Luego  el artista manifestó: “Cada uno de ustedes tiene una flor blanca ahí, solo falta que la prendan”;  y enseguida las personas en el lugar comenzaron a iluminar el recinto, encendiendo las linternas de sus celulares, mientras Fonseca los sorprendió con una versión acústica de Te mando flores, su sonado éxito  del 2005.

El show culminó a las 23:00 con unas últimas palabras del artista: “Ay mi Guayaquil del alma, esta noche somos un simple corazón”. (E)