El diccionario de la RAE define la ecología como la “ciencia que estudia los seres vivos como habitantes de un medio y las relaciones que mantienen entre sí y con el propio medio”. La comprensión y, sobre todo, el respeto de esas relaciones son clave para la armonía naturaleza/humanidad.

Don Gregorio Quimí, conocido como Don Goyo, lo entiende bien, por lo cual este personaje, símbolo de la literatura ecuatoriana y de la cultura chola, es abanderado de la defensa y del cuidado de la naturaleza.

He vuelto a leer Don Goyo, novela que Demetrio Aguilera Malta publicó en 1933, una obra que conocí en la adolescencia, cuando en el pénsum de los colegios del país era obligatorio revisar a los narradores de la década del 30. He hallado tan viva, tan actual esta historia. Tiene un mensaje ecologista profundo y potente, lo que la convierte en una adelantada de su época. El Grupo de Guayaquil, al que Aguilera Malta perteneció, es pionero en muchos aspectos de la literatura y de la cultura.

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A Don Goyo los mangles le hablan, son sus amigos. Él sabe que hay que protegerlos, pues su explotación inmisericorde traerá como consecuencia la destrucción del hábitat y de los seres humanos. El libro es un manifiesto ecologista, un acercamiento a los manglares y a la cultura chola. A las costumbres y creencias de un conglomerado social.

El conocimiento de Don Goyo no es un saber letrado. Es un saber edificado a partir de la propia experiencia.

Llega a Cerrito de los Morreños solo y joven, cuando todo en ese lugar es únicamente vegetación y flora, sin rastro humano. En armonía con la naturaleza, él logra hacer allí su hogar y, con el tiempo, convertirse en la cabeza de varias generaciones. En ese entorno nacen y crecen sus hijos, nietos, bisnietos y más descendientes. Pero la ambición desmedida de gente poderosa amenaza con destruir este ambiente y Don Goyo se resiste.

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A noventa años de escrita, la lucha de Don Goyo continúa. Los comuneros peninsulares, las comunidades indígenas de la Amazonía, son los Don Goyo del siglo XXI.

Una película ecuatoriana, de próximo estreno, se inspira en la obra de Aguilera Malta para proponer una versión libre de esta narración, que es un clásico de las letras ecuatorianas y que es oportuno revisitar en estos tiempos. (O)

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