El Teatro Sánchez Aguilar celebra su primera década con 100 % de aforo y dos producciones propias para el 2022

Como un sueño imaginado por su padre -Carlos Sánchez Aguilar- y que ahora se ha convertido en una emocionante y cautivante ‘locura’. Es una de las maneras en que María Cecilia Sánchez, directora ejecutiva de la Fundación Sánchez Aguilar, resume el intenso y vibrante viaje del Teatro Sánchez Aguilar en sus primeros diez años, próximos a conmemorarse el 16 de mayo de 2022.

Tras enfrentar en 2020 una pandemia mundial que frenó su programación presencial y la posibilidad de que el público se juntara y disfrutara en persona de sus espectáculos, esta primera década les deja también aprendizajes y lecciones que seguirán poniendo en práctica para garantizar que el arte siga impactando positivamente a más jóvenes, adultos y niños.

Al inaugurar el teatro, ¿se imaginaron llegando a los diez años de funciones?

Definitivamente. Es verdad que cuando se construyó el teatro hubo una sensación y una emoción de ser algo muy grande, pero sin duda nos veíamos aquí diez años después. Lanzarnos a hacer una construcción de esta magnitud no era una prueba, sino que era algo que tenía que seguir adelante y que lo íbamos a continuar.

¿Qué esfuerzos ha requerido mantener el teatro ya por una década?

Es un trabajo constante, siempre teniendo en cuenta la posibilidad de que ocurran cambios repentinos. Y también mucho esfuerzo porque aquí nunca se había hecho teatro de esta manera. Incluso el personal que fuimos contratando para el teatro no había trabajado antes específicamente en un teatro, incluyéndome. Entonces hemos ido aprendiendo, educándonos en este campo, aprendiendo con la experiencia y haciendo y rehaciendo cada día. Y también con la idea de transmitir la labor de la Fundación con el teatro porque esto no es lo usual. Los teatros en el mundo tienen apoyo de municipios, del Gobierno, pero este teatro es una gestión privada netamente. Entonces eso aumenta nuestro compromiso y esfuerzo.

¿Cómo se fue construyendo la audiencia para llenar sus funciones?

Hubo que irlo formando en todos los sentidos, como no prender el celular durante una obra o que no podían ingresar comida a la sala, pero que al mismo tiempo lo vieran como un espacio asequible y no solo económicamente, sino en la manera en que la gente llega vestida porque se pensó que venir al Sánchez Aguilar era venir vestido con un atuendo específico y no es así. Pero, sobre todo, formar al público para que llegue al teatro y eso ha costado mucho, que la gente venga aquí a experimentar lo que es el teatro y que no lo vieran como algo lejano. Que nuestro público joven no lo vea como un programa aburrido, sino que se ha trabajado en que sea una experiencia interesante. Y ha dado resultado porque antes nuestro público tenía una edad media de entre 50 y 55 años y hoy en día es de 30 a 35 años. Eso ha sido un cambio increíble.

¿Qué decisiones tomaron para enfrentar la pandemia?

La Fundación hizo un esfuerzo increíble para poder mantenernos, aunque sí tuvimos que despedirnos de algunos colaboradores y no fue una decisión fácil de tomar. Pero más allá de eso, seguimos adelante, nunca paramos, incluso cuando hubo la cuarentena total, salimos con la programación virtual, que no era una programación de archivo, sino que veníamos en las horas permitidas a grabar para luego, el fin de semana, ponerlo en Zoom. El Café Vino Bar venía a trabajar para entregar a domicilio, incluso yo ayudé en algún momento a llevar los pedidos a las casas de las personas, siempre ha sido un trabajo en equipo.

¿Cómo ha reaccionado el público a este momento de reactivación?

La reactivación comenzó el mismo 2020, inaugurando nuestro teatro al aire libre y el público lo recibió de una manera muy positiva, nos agradecieron por pensar en ellos para que tengan una opción para salir de sus casas y disfrutar después de todo el encierro. Y ahora es una gran alegría que en nuestros diez años ya podamos estar con el 100 % de aforo y que podamos ofrecer una programación más o menos como lo fue prepandemia. La gente está asistiendo al teatro y no solamente nos da alegría, sino que yo también lo agradezco mucho.

¿Qué novedades traerán para su público en 2022?

Nos alegra retomar nuestras producciones propias y este año serán dos: Antoine, un musical sobre la vida del autor de El Principito dirigida por Ignasi Vidal (España) y también Carta de una desconocida, que viene de la mano de Manolo Orjuela (Colombia) como director. Además realizaremos lo que hemos denominado ‘Sesiones insólitas’ por nuestros diez años, diez conciertos que van a ocurrir en espacios inusuales del teatro y donde se llevarán a cabo estos conciertos que a la vez son íntimos porque tendrán un público muy reducido y se convertirán en una experiencia muy cercana con los artistas. También volveremos con nuestras funciones escolares y para adultos mayores, que eran una parte importante de la esencia del teatro.

Este año iniciamos con la Escuela Jana de interpretación para teatro musical, para alumnos de entre 6 y 16 años, donde aprenderán interpretación, canto y baile, para terminar al final del año con un musical en escena. La escuela tendrá casa propia porque vamos a construirla en un terreno dentro del mismo espacio del teatro.

María Cecilia Sánchez

Un mensaje para quienes esperan seguir asistiendo a sus salas y espectáculos.

Que el teatro es una experiencia única, que cada vez que vengan al teatro experimentarán algo distinto y que sigan viniendo, que traigan a su familia porque este teatro está hecho para el público. Queremos además seguir creciendo en colaboraciones con otras salas como lo hicimos ya con la Casa Cino Fabiani porque esto se ha hecho para cooperar y compartir esa experiencia teatral con la audiencia, con los artistas, con los gestores culturales y esperamos que se mantenga por siglos.