La muerte de Celia Cruz paralizó el mundo de la música latina el 16 de julio de 2003 y causó gran impacto entre sus seguidores. Al cumplirse hoy 20 años de su partida, su inigualable voz, energía, humildad y su grito de ¡Azúcar!, que se convirtió en su sello, siguen vivos entre sus admiradores, incluso entre los que no la conocieron.