Escocia rindió homenaje a Carlos III, en una ceremonia que se realizó este miércoles en Edimburgo, para conmemorar su coronación.

El monarca recibió las joyas de la corona escocesa, que incluyen la corona que se hizo para James V, que pesa 1,59 kg y está compuesta por 94 perlas y 43 gemas preciosas, así como una cruz de oro y un marco de oro y plata.

Carlos también obtuvo el cetro de un metro de largo, que fue un regalo del papa Alejandro VI a James IV en 1494; y la nueva espada Elizabeth, que lleva el nombre de su madre y que reemplazó la que el papa Julio le regaló a Jacobo IV de Escocia en 1507, pero que ahora es demasiado frágil para usarla.

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Esta jornada, que se produce dos meses después de la coronación del rey Carlos III en la abadía de Westminster en Londres, también incluyó una gran procesión, con carruajes tirados por caballos, caballería montada y el paso de Red Arrows, el equipo de exhibición acrobático de la Royal Air Force, así como el servicio de acción de gracias.

Los Honores de Escocia tienen un significado histórico inmenso, ya que han estado presentes en muchos eventos ceremoniales importantes durante los últimos 500 años”, dijo el primer ministro de Escocia, Humza Yousaf.

“Diseñada y fabricada por algunos de los mejores artesanos de Escocia, la espada Elizabeth es un tributo adecuado a la difunta reina mientras Escocia se prepara para recibir al nuevo rey y reina”, agregó Yousaf.

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La Piedra del Destino, el símbolo histórico de la monarquía y nación de Escocia, también fue trasladada a la catedral para el servicio, para el cual el rey encargó cinco nuevas piezas musicales.

La versión escocesa del evento de coronación, que marca el acceso al trono del nuevo monarca, es un guiño al hecho histórico de que Inglaterra y Escocia tuvieron diferentes monarcas hasta que las coronas se unieron en 1603.

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Tras la muerte de la reina Isabel I, el 24 de marzo de 1603, la corona pasó a su primo James VI, que ya era rey de Escocia, debido a que la monarca inglesa no tuvo hijos. De esta manera, los dos países se unieron bajo un soberano compartido.

En todo caso, Escocia permaneció independiente hasta 1707 cuando los legisladores de ambos países aprobaron el Acta de Unión, que creó el Reino Unido. (I)