“Viva de casualidad, porque hierba mala nunca muere, porque Dios está conmigo. Dios es espectacular, es todo. Gracias, Padre. Gracias, Señor. Tú eres grande, maravilloso, y el poder es tuyo. Gracias por cubrirme con tu sangre a mí y a mi hijo. Yo no puedo creer lo que me está sucediendo”.