Aunque a inicios de 2020 argumentaron que su decisión de abandonar Reino Unido se debía a su deseo de vivir una vida familiar normal y lejos de las cámaras de fotógrafos, lo cierto es que la rutina y las actividades de Meghan Markle y su esposo, el príncipe Enrique de Inglaterra, ahora establecidos en California, Estados Unidos, sigue necesitando de todo un equipo de apoyo, entre ellos, para la dirección y la puesta en marcha de proyectos de su organización Archewell.