Había muchos aspectos que hacían a Diana de Gales resaltar de entre la familia real, ya sea por su carisma por el que la denominaron “la princesa del pueblo” o por sus obras benéficas, pues durante su matrimonio con el ahora rey Carlos III fue presidenta de más de 100 casas de caridad. Sin embargo, lo que más influyó en muchas mujeres alrededor del mundo fue su estilo, que se consideraba una mezcla entre desafiante y clásico, algo inusual para un miembro de la realeza.