El actor de Orange Is the New Black, Brad William Henke, ha muerto este martes 29 de noviembre a los 56 años.

Fuentes conectadas con la familia de Henke le acaban de confirmar a TMZ que el intérprete falleció mientras dormía, aunque la causa de la muerte aún no está clara.

Henke es mejor conocido por interpretar a Desi Piscatella, jefe de los guardias de la prisión en OITNB, que estuvo al aire durante siete temporadas en Netflix desde 2013 hasta 2019.

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La estrella estuvo presente en la escena en la que Poussey Washington, interpretada por la actriz Samira Wiley, es asesinada, uno de los momentos más importantes del dramatizado basado en las memorias reales de Piper Kerman, cuando cumplió un año en prisión.

Henke también apareció en éxitos televisivos con como Lost, ER, CSI, Dexter y Chicago Hope. Incluso tuvo un rol pequeño en la querida The Office, como uno de los empleados del depósito.

Además, actuó en Pacific Rim, World Trade Center, Fragmentado (junto con James McAvoy), entre otras películas.

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“Brad era un hombre increíblemente amable de energía alegre”, dijo el representante de Henke, Mat DelPiano, a TMZ en un comunicado. “Un actor muy talentoso, le encantaba ser parte de esta comunidad... y nosotros también lo amamos. Nuestros pensamientos están con su esposa y su familia”.

El exjugador de fútbol entró en la escena de Hollywood tras retirarse de la NFL en 1994 debido a una serie de lesiones. El liniero defensivo jugó en la universidad de la Universidad de Arizona antes de ser reclutado en 1989 por los New York Giants. En particular, jugó para los Denver Broncos durante el juego del Super Bowl XXIV contra los San Francisco 49ers. (E)