La policía de Alemania inició una investigación criminal sobre el cofundador de Pink Floyd, Roger Waters, por un uniforme de estilo nazi que usó en un concierto reciente en Berlín.

Se ha abierto una investigación sobre el disfraz exhibido en los conciertos del 17 y 18 de mayo”, dijo a The Guardian el portavoz de la policía de Berlín, Martin Halweg.

Mostrar símbolos del gobierno nazi, incluida la esvástica o la insignia de las SS, es ilegal en Alemania, con excepciones para fines educativos y en contextos artísticos.

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El concepto legal de “incitación al pueblo”, que a menudo se aplica a juicios relacionados con la negación del Holocausto en Alemania, hace que sea ilegal atentar contra la dignidad humana de “grupos nacionales, raciales, religiosos o un grupo definido por sus orígenes étnicos”.

“Se considera que el contexto de la ropa usada es capaz de aprobar, glorificar o justificar el gobierno violento y arbitrario del régimen nazi de una manera que viola la dignidad de las víctimas y, por lo tanto, perturba la paz pública”, dijo Halweg.

En el concierto en el Mercedes Benz Arena de Berlín, Waters apareció en el escenario como el personaje Pink de la ópera rock The Wall durante la interpretación de la canción In the Flesh, vistiendo una gabardina de cuero negro con un brazalete rojo con dos martillos cruzados en lugar de un esvástica.

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En la ópera rock, la canción marca el descenso de su protagonista a una alucinación inducida por las drogas, en la que se imagina a sí mismo como un dictador fascista ficticio dirigiéndose a un mitin neonazi.

Waters _conocido por su activismo propalestino_ acusó a sus detractores de “mala fe” tras la oleada de críticas que recibió por su concierto en Berlín.

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Durante el evento, también se podían ver inscripciones en letras rojas sobre una pantalla con los nombres de Ana Frank, la adolescente judía que murió en un campo de concentración, y Shireen Abu Akleh, la periodista palestino-estadounidense del canal Al Jazeera fallecida en una operación israelí en mayo de 2022.

Mi reciente concierto en Berlín ha generado ataques de mala fe por parte de aquellos que quieren silenciarme porque no están de acuerdo con mis opiniones políticas”, escribió Waters el viernes en sus redes sociales.

“Los aspectos de mi concierto que han sido cuestionados son claramente un mensaje contra el fascismo, la injusticia y el sectarismo en todas sus formas” y cualquier intento de verlo como otra cosa “es deshonesto”, añadió.

La cancillería israelí reprochó el miércoles a Waters “haber ensuciado la memoria de Ana Frank y de seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto”. (I)

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