Vidas separados y encuentros con citas previas fueron algunas de las teorías que asomó un medio alemán al referirse a la relación de Alberto II de Mónaco y de la princesa Charlene de Mónaco. Ni lo primero ni lo segundo tienen fundamentos y para echar por tierra, una vez más, a los rumores la pareja posó frente a las cámaras como la mejor muestra de que todo está bien entre ellos.