“Fui mamá joven, sigo siendo mamá joven y no es ninguna limitación”, esas son las palabras de Alejandra Proaño, la joven de 29 años que desde hace una semana se sumó al equipo de Televistazo como presentadora de Sí se puede Qatar 2022, un segmento deportivo de la cadena televisiva Ecuavisa que durará hasta el fin del Mundial, en diciembre 20.

“Es que yo fui mamá joven entonces me dedico a estar con mi hijo” son algunas de las frases que ha escuchado Proaño durante años, y que la han hecho querer salir adelante en su carrera. “Yo me dedico a mi hijo, él es mi vida completa también, pero asimismo le doy el ejemplo de que él puede conseguir todo lo que quiera” dice la mantense.

Ha sido una trayectoria larga para Proaño, quien atravesó varias etapas para llegar a donde está hoy. A los 17 años fue reina de Manta y realmente fue ahí cuando se dio cuenta de que le gustaba la comunicación “porque tenía que ir a varias entrevistas, conocer a personas y relacionarme bastante. Desde ahí me percaté de mi fluidez y ahora (nueve años después) me encuentro estudiando comunicación, a punto de egresar” comenta.

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La estudiante de la Universidad Casa Grande piensa firmemente que en Ecuador “las mujeres hemos demostrado que podemos desempeñarnos en cualquier ámbito profesional”. Aunque ella ahora está en Quito, se identifica todavía con mujeres de ciudades más pequeñas que quieren ser exitosas y llegar a los canales grandes. “Muchas chicas me escriben a diario diciendo ‘yo quiero tener esa oportunidad’ y ‘gracias por representarnos’”.

Perder su esencia es algo que Alejandra jamás haría por un trabajo. “Siempre me he mostrado como soy, una mujer sencilla y trabajadora que hace las cosas como tiene que ser. De cierta forma, que el público ya lo vea y lo reconozca me hace sentir que he hecho un buen trabajo” manifiesta.

Ayer fue Oromar, hoy es Ecuavisa y mañana logrará estar donde ella se proyecte, esa es la mentalidad con la que se maneja la manabita que aún está procesando su llegada al canal, lo cual la hace sentir llena de felicidad. “Yo aquí quiero ser como una esponja, quiero absorber todo, aprender todo”, dice Proaño, afirmando que recopilará conocimientos de todos los segmentos para estar preparada para lo que “pueda llegar”.

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Desde un principio, su participación en Ecuavisa era fortalecer los noticiarios de la comunidad. “Pero ya cuando estaba acá se dio la oportunidad de estar en el segmento mundialista porque el presentador Theo Posso está en Qatar”, explica, asegurando que para el 5 de diciembre, por las fiestas de Quito, se integrará también a los noticiarios de la mañana.

Proaño es una mujer sumamente familiar, para ella sus papás siguen formando parte de sus decisiones importantes. “Cuando les conté que había la posibilidad de venir a Quito, de cierta forma yo dije ‘capaz que no les gusta’ porque me voy a ir a una ciudad tan grande, a la capital”, pero su reacción fue muy positiva y apoyándola en todo momento.

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Ahora, su hijo Nicolás se encuentra terminando el año escolar en Manta bajo la protección de sus abuelos, pero Proaño comenta que la idea es verse los fines de semana hasta poder llevarlo a Quito. Hablar de Nico la pone sentimental: “Sí, lo tuve joven, pero para mí ha sido una ventaja porque ahorita él ya tiene 9 años. Somos como amigos, sin perder el respeto de que soy su mamá, pero tenemos toda la confianza, me cuenta todo” confiesa.

“Siempre quise ser mamá joven porque mis papás cuando me tuvieron a mí tenían 34 años, entonces ya conmigo estaban cansados y no hacían nada. Así que yo siempre decía ‘quiero tener un niño y disfrutar con él’. Si yo me quiero ir mañana de viaje, lo tomo y nos vamos juntos a aventurar al Cotopaxi o a donde sea”, revela.

Nico es muy fanático del fútbol, en la escuela las profesoras se dirigían a Alejandra como la “mamá del futbolista”, pero así como tiene su amor por el deporte, también es fanático de su madre. “El primer día en Televistazo, Nico me llamó por videollamada y me pregunto por dónde me podía ver, él es mi mayor fan” comenta.

Vivir en Quito con su hijo es algo que le emociona a Proaño, quien desde ya tiene vistas algunas escuelas de fútbol para niños donde Nico pueda desenvolverse. “Espero enamorarlo de la ciudad”, sostiene. (E)

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