Libros favoritos del 2023: Óscar Molina, Yuliana Ortiz y Jorge Velasco Mackenzie, entre las lecturas más fascinantes escritas por ecuatorianos

Esta edición de Universo de Libros, la última del año, la quisimos dedicar a los favoritos del 2023. Para eso, invitamos a colegas, editores, escritores, pero sobre todo amantes de los libros para que nos comparta cada uno cuál fue la obra literaria que lo impresionó, conmovió o que resonó en su cabeza este año.

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En esta lista van a encontrar una selección de libros escritos por autores ecuatorianos que nuestros consultados eligieron muy cautelosamente, dejando en claro que la decisión fue difícil, pues aplauden la labor de todos los escritores locales que con mucho entusiasmo, trabajo, conocimiento y hasta creatividad ofrecieron a los lectores obras impresionantes.

Bouquet, de Óscar Molina

La periodista cultural Jéssica Zambrano comenzó su lista —a la que definió como una misión compleja— con la novela Bouquet, del quiteño Óscar Molina. “Desde el afecto reconozco el trabajo en periodismo cultural de Óscar y cómo ondear su bandera lo ha llevado al descubrimiento de su propia escritura, de su lugar y su mirada. Desde allí nos cuenta historias tan complejas como la de Amada, Purita, Lorena, las historias de migrantes que gestionan su identidad. En un contexto en el que a los periodistas culturales nos mantienen en el exilio de las grandes narrativas mediáticas, este libro es una nueva posibilidad para insistir en narrar desde una mirada política lo cultural, los afectos y el cuerpo; y nos permite entender la complejidad de las voces que trabajan, desde lo comunitario, la sobrevivencia”.

Fiebre de Carnaval, de Yuliana Ortiz

La también cofundadora de Indómita Media continúa su selección con Fiebre de carnaval, de la esmeraldeña Yuliana Ortiz, ganadora del Joaquín Gallegos Lara 2023. “Desde otro territorio nos cuenta la historia de Ainhoa, una niña que crece y quiere entender la violencia que la rodea, a pesar de que hay una comunidad de mujeres que la cuidan, a pesar de que el carnaval puede ser festivo y violento, además de durar todo el año”.

Albergue, de María Fernanda Mejía

Zambrano termina su lista con el último libro escrito por la quiteña María Fernanda Mejía, denominado Albergue. “Desde la no ficción mira en gafas de 3D a Quito y los alrededores del Panecillo sin romanticismo, pero con la esperanza que solo cabe en los personajes de su Albergue”, expresa sobre este libro, que incluye fotografías de Carlos Noriega y que este año fue reconocido por el Municipio de Quito con el Premio José Peralta.

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Mal de espejos y Tras la tormenta, de Edwin Alcarás

El escritor y editor Santiago Vizcaíno rescata de este 2023 una extraordinaria novela del quiteño Edwin Alcarás, Mal de espejos, por considerarla “un ejercicio de metaficción donde la escritura navega entre la locura, la obsesión y los límites del yo narrativo”.

El segundo libro que impresionó a Vizcaíno es uno de cuentos llamado Tras la tormenta, también escrito por Alcarás. “Es un conjunto escabroso de historias que condensan la marginalidad, el humor, la cultura barroca y la autoficción”.

“Dos obras que dejan entrever una narrativa en constante reflexión pero que también es capaz de reírse de sí misma”, concluye.

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Tu próxima movida, de Ernesto Torres Terán

Clara Medina, periodista y gestora cultural, destaca entre sus diversas lecturas ecuatorianas de este año a Tu próxima movida, de Ernesto Torres Terán, quien recientemente se alzó con el Premio de Novela Breve La Linares 2023. “Es un escritor guayaquileño prolífico, quien pese a su constancia en la literatura es poco conocido para el público”, considera.

“Es una obra de estilo ágil, de diálogos frescos. Me alegra que este autor, médico salubrista y también catedrático, siga escribiendo. Recomiendo la lectura de este y otros libros de Torres Terán”, declara la también columnista de La Revista y creadora del Club de Lectura del MAAC sobre el libro, que el año pasado ganó el Premio Miguel Riofrío.

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Bruma, de Miguel Molina Díaz

El autor José Hidalgo Pallares no lo piensa mucho para decir que su obra favorita en este año fue Bruma, de Miguel Molina Díaz. “Es una novela que se lee muy rápidamente y que engancha al lector. Es divertida, no solo porque tiene toques de humor, sino también por la forma en que puede burlarse del mundillo literario ecuatoriano y de las riñas, de las envidias que hay en el medio literario”.

“Una parte muy interesante de este libro son las entrevistas a autores consagrados, porque, sin ser entrevistas reales, son declaraciones que realmente los escritores podrían haberlas hecho. Eso demuestra que el autor hizo un trabajo de investigación importante para poder escribir esas entrevistas. El libro en general es un homenaje a la literatura desde una óptica un poco burlona”.

Hidalgo menciona como libros favoritos que leyó este año a Tripamistic, de Rafael Lugo; Siberia, de Daniela Alcívar; Adicto, de Juan Fernando Andrade; y Cabaret Montaigne, de Diego Pérez. “Un excelente libro de ensayos sobre literatura, estupendamente escrito”, dice de este último.

Triángulo Fúser, de Ernesto Carrión

Martín Riofrío, estudiante de Literatura de UArtes y escritor de reseñas literarias, arranca su lista con el curioso Triángulo Fúser, del guayaquileño Ernesto Carrión, quien este 2023 fue elegido como poeta residente de la Universidad de Concepción (Chile) y recientemente ganó el XLII Premio Internacional de Poesía Juan Alcaide con Asia en el pelo.

“Es la publicación de un largo, ambicioso y titánico proyecto en el que Carrión nos muestra una nueva visión del Che, que llegó a Guayaquil en 1953 y estuvo varado un par de semanas en la ciudad. Se muestra a un Ernesto Guevara joven, al que poco o nada le interesaba la política, y quería, más bien, ser poeta”.

Patologías preexistentes, de Mario Quintero

Otro autor destacable para Riofrío es el guayaquileño Mario Quintero, con su libro de cuentos Patologías preexistentes. “Son cuentos cortos, muy bien trabajados, que manejan muy bien la evolución de la historia y sus personajes. Cada final es, como decía Cortázar con respecto al cuento, un nocaut al lector”.

No te olvides de mí (escrito por estudiantes de la Casa Grande)

Finaliza su selecta lista con la obra No te olvides de mí, una antología realizada por estudiantes de la carrera de Literatura de la Universidad Casa Grande. “Joaquín Tamayo, María Daniela Astudillo, Paul Villón y otros más que constan con sus cuentos son jóvenes autores muy interesantes. Sin duda, hay que tenerlos en cuenta y estar pendientes de lo que publicarán en el futuro”.

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El temblor de los huertos, de Maritza Cino

La escritora Marcela Santos declara como su autora favorita de este año a la guayaquileña Maritza Cino, por su último libro de poemas: El temblor de los huertos. “Me parece que es una poesía muy sensible; recorre la infancia y los lugares de la infancia, los lugares físicos y simbólicos. Es un manejo exquisito del lenguaje. Lo disfruté mucho”.

El rincón de los justos, de Jorge Velasco Mackenzie

La también educadora en educación inicial suma a su selección a Jorge Velasco Mackenzie por la reedición de El rincón de los justos, publicada este año por Planeta en conmemoración de su aniversario 40. “Ha sido un descubrimiento para mí. Es un narrador genial, muy versátil; nos ubica en momentos históricos, en el Guayaquil cotidiano, en lugares de Europa”, menciona Saltos, quien también se embarcó en la lectura de varios de los cuentos del recordado autor guayaquileño.

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Bouquet, de Óscar Molina

Sí, por segunda ocasión en esta lista, ya que también fue el libro favorito de Santiago Toral, coordinador de la carrera de Literatura de la Casa Grande. Óscar Molina reúne en este libro una selección de crónicas que publicó a lo largo de diez años en diferentes medios de comunicación. “Se llama Bouquet como si fuera un ramo de flores, y todos los capítulos tienen nombres de flores”.

“Las crónicas tienen en común la temática LGBTIQ+, y lo que me parece interesante de sus crónicas es que están muy relacionadas con la literatura. Óscar siempre trata de involucrar la literatura; tiene muchos referentes alrededor de esta con el periodismo, y lo logra muy bien. En su crónica toca temas como la despenalización de la homosexualidad en el Ecuador en el año 97, también el activismo trans en Ecuador y el activismo trans en Estados Unidos”. (I)