De forma muy ecléctica, este nuevo proyecto de música electrónica busca fusionar distintos elementos del pop, el indie, el reggae, entre otras corrientes, para obtener un resultado agradable y fácil de escuchar para sus seguidores.
Encabezados por su productor La Pas (Juan Bernardo García Dueñas), Caracola (@cara_cola_), juntó a diversos artistas para este sencillo debut. En el saxofón Vinícius Gonçalves, Estefany Vaca en la composición, en las voces María Daniela Viteri, además de haber trabajado la mezcla con el líder del proyecto Muy Tranquilo, de quien también pueden escuchar su trabajo en plataformas, y el proceso de masterización estuvo a cargo de Juan Pablo Rivas.
Disponible en plataformas de distribución digital desde el pasado viernes, este primer corte promocional de lo que será un EP podría definirse como una mezcla de influencias entre el dance y la música latinoamericana. Amable, digerible y con estribillos que pueden quedarse regados con facilidad en la mente de sus escuchas.
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En lo que a producción respecta, el minimalismo fue su elección y parte clave. No hay excesos. Líneas melódicas claras y voces palpitantes que cantan pocos versos.
Desde el punto de vista del crítico, esto es rescatable. Reza aquel famoso adagio popular: menos es más y es precisamente popular por algo. En este caso, por el simpático resultado final que se obtuvo en El río y el mar.
Caracola inicia su paso por el panorama de la música nacional independiente de buena manera, de la mano de un estilo musical que se acoge a amplios parámetros de proyección internacional. En el extranjero, Ecuador es un país con reconocidos exponentes que fusionan la electrónica con cumbia, música andina, folclore y demás. Parafraseando de cierta forma el inicio de este texto, el eclecticismo es la corriente de este caudaloso río. (O)
