Travis Scott cerró ayer, sábado 12 de abril, el festival Coachella decorando el desierto al son de Modern jam en una jornada en la que la banda Green Day viajó a la época de 1990 para traer de vuelta el punk-rock de protesta, mientras que los venezolanos Rawayana dedicaban su actuación a Venezuela.

Vestido de negro y mezclando Modern jam con Nokia, de Drake, el rapero estadounidense daba paso al último turno de espectáculo en la desértica ciudad de Indio (California, EE. UU.), en el que repasó algunos de los temas más célebres y presentó nueva música.

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Green Day y Bernie Sanders protestan contra Trump

Poco antes de la aparición de Scott en el escenario principal del festival, la banda de rock-punk Green Day ofrecía a la multitud un viaje a su época dorada de 1990 para repasar sus mejores éxitos que hicieron estallar Coachella y que iban desde Boulevard of Broken Dreams a 21 Guns.

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American Idiot, uno de sus sencillos más populares y que da título al álbum de 2004 que catapultó a la banda, abrió el concierto de una banda que volvía a su faceta de protesta al grito de “no soy parte de la agenda MAGA (Make American Great Again)”.

En su debut en Coachella, Green Day contagió su energía a un entregado público y llegó incluso a subir a una seguidora a cantar junto con ellos.

El festival vivió otro episodio de crítica política con la aparición sorpresa del senador demócrata Bernie Sanders sobre uno de los escenarios para criticar las políticas medioambientales del presidente estadounidense Donald Trump.

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Rawayana, el puente entre Venezuela y Coachella

Por su parte, la banda venezolana Rawayana debutó en Coachella con un concierto preparado a propósito para la ocasión, en el que quisieron “llevar una playa venezolana a California”, dijo el vocalista, Alberto Montenegro.

En esta experiencia que prometía ser caribeña, la banda venezolana se armó de un grupo de invitados como Danny Ocean para ofrecer un concierto que quisieron dedicar a los venezolanos que todavía no han podido disfrutar de su música en su país natal.

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“Este es un concierto que puede ver la gente por YouTube y a nosotros hace poco se nos canceló una gira en Venezuela, y estamos un poquito dedicándole esto a esa gente que no nos pudo ver, pero que nos va a poder ver ahora en Coachella dos fines de semana seguidos”, agregó el vocalista.

En un contexto de división como el que presenta ahora el orden mundial, “la música y la cultura se tienen que enfocar en no perderse en esa polarización y seguir siendo bandera de que una canción o un cantante piense como piense cualquier persona, de que las ideas culturales sigan ahí, de que seamos más de hacer las cosas desde el amor y la unión que de la división”, sentenció la banda.

Los miembros de Rawayana no fueron los únicos venezolanos en actuar en Coachella: el director de orquesta Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles se estrenó en el desierto de Indio congregando a una gran masa de curiosos para ver por primera vez en el festival a una orquesta sinfónica en acción.

Venezuelan conductor Gustavo Dudamel steps on stage to perform with the LA Philarmonic during the 2025 Coachella Valley Music and Arts Festival at Empire Polo Club on April 12, 2025 in Indio, California. (Photo by VALERIE MACON / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE Foto: AFP

Dudamel no defraudó con un ambicioso repertorio que abarcó desde clásicos como The Ride of The Valkyries (Cabalgata de las Valquirias) a la fusión de rap con la banda sonora de Jurassic Park o las interpretaciones de Dumbai y La que puede, puede, junto con los argentinos Ca7riel & Paco Amoroso.

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También El Malilla, Iván Cornejo y la española Judeline realizaron hoy sus actuaciones, encontrándose entre el escueto grupo de artistas de raíces hispanas y latinoamericanas que ofrecen espectáculo en esta edición del festival más grande de EE. UU. (E)