La ansiada cita entre la cantante chilena y su público ecuatoriano tuvo como lugar de encuentro el coliseo Rumiñahui, donde se presentó un espectáculo que se extendió por más de dos horas. El largo repertorio incluyó más de 30 canciones.

Pese a la fría velada del jueves, la temperatura de Quito subió cuando Mon Laferte se presentó en la capital después de dos años.

La lluvia y un cielo cubierto de nubes estuvieron patentes a pocas horas del espectáculo; sin embargo, la cantante chileno-mexicana logró encender a todo un coliseo con un espectáculo colorido y visualmente impresionante, donde su carisma y voz destacó como la protagonista principal.

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Aproximadamente a las 20:15, las luces se apagaron y el público estalló en gritos de euforia. Como sello original de su gira Autopoiética, Laferte estrenó atuendo: un vestido celeste acampanado, con brillos por doquier.

QUITO. Mon Laferte estrenó atuendo: un vestido celeste acampanado, con brillos por doquier. Foto: Carlos Granja Medranda

Mon Laferte estuvo rodeada por cuatro bailarines que la acompañaron casi todo el espectáculo, quienes hicieron numerosos cambios de vestuarios, agitaron abanicos y se adaptaron a la variabilidad del repertorio.

Con más de veinte años de carrera, Mon Laferte ha jugado con varios géneros y versiones de sí misma, pero lo inherente es su talento, su carisma y la potencia de su voz.

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Desde canciones que integran su nuevo álbum, como Obra de Dios, hasta lo más exitoso, como Tu falta de querer, coreó junto al público. Muchas de las canciones interpretadas estuvieron únicamente acompañadas por un guitarrista, una percusionista y dos músicos a cargo de los instrumentos de viento.

QUITO. Mon Laferte empezó su actuación con Tenochtitlán. Foto: Carlos Granja Medranda

Una pantalla que abarcó por completo el escenario, simulando ser una ventana, proyectó imágenes de un paseo por las nubes, un cuadro surrealista, una cortina de humo de colores, desde el espacio exterior, la luna y con la Venus de Milo.

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Junto a ella, una estatua gigante de la artista, resignada, aguardó durante todo el espectáculo.

Mon Laferte empezó su actuación con Tenochtitlán, el primer sencillo de su último disco Autopoiética, lanzado en 2023, seguido de Te juro que volveré y Obra de Dios.

Interpretó temas como Metamorfosis, Aunque te mueras por volver, Antes de ti y Mi buen amor.

La sensualidad, el romance y la melancolía, acompañada de su influencia de la música mexicana, estuvieron presentes en canciones como Préndele fuego, Pornocracia, Calaveras y Funeral, así como las salsas Por qué me fui a enamorar de ti y Amante suicida.

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QUITO. La cantante chileno-mexicana logró encender a todo un coliseo con un espectáculo colorido y visualmente impresionante. Foto: Carlos Granja Medranda

En la parte final del concierto, se ovacionaron éxitos como Amárrame. También se escucharon Amor completo y Tu falta de querer, en las que Laferte, entregada completamente al público, mostró agradecimiento por el apoyo de sus fanáticos durante más de dos décadas. (E)