Kevin Johansen y Ricardo Liniers son el yin y yang ideal capaz de convertir la cotidianidad, un gesto, o un chiste en arte, en uno ‘preciosísimo’ que toca fibras. “Él hace algo que no se escucha, y yo hago algo que no se ve”, acierta Johansen con su particular tono grave de voz. Los entrañables amigos están de paso en Ecuador para su esperado show en el Teatro Sánchez Aguilar; y en una genuina entrevista con EL UNIVERSO -desde Quito, donde se presentaron ayer jueves- comparten detalles de este curioso espectáculo que combina la música y el dibujo.