Los swifties (el nombre oficial del fandom de la cantante Taylor Swift) se han unido para tomar acciones legales contra la gigante vendedora de boletos Ticketmaster, después de la decepción colectiva al tratar de preordenar y comprar boletos para The Eras Tour, la sexta gira de conciertos de Taylor en Estados Unidos.

Un sistema de preventa para fanes verificados que tenían que registrarse con anticipación a través de la plataforma de Tickermaster resultó en un desastre. Más de un millón de personas hicieron fila virtual hasta ocho horas, y no pudieron comprar asientos, argumenta una demanda presentada el pasado viernes 2 de diciembre.

Ticketmaster cancela la venta de entradas para la gira de Taylor Swift provocando la ira de los Swifties

Más de dos docenas de fans de Swift firmaron la queja en la Corte Superior del Condado de Los Ángeles contra Ticketmaster y la compañía que la ampara, Live Nation, alegando rompimiento de contrato, mala representación intencional, fraude, violación de la confianza y competencia desleal.

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La preventa, que estaba fijada para el 15 y 16 de noviembre, prometía evitar las molestias de ser estorbados en la compra en línea por los bots. Había que registrarse para recibir un código que les permitiría hacer una compra temprana. Pero los clientes dicen que Ticketmaster los engañó a propósito, permitiendo que los revendedores y sus bots accedieran al proceso.

De acuerdo al documento, la plataforma sabía que no tenía suficientes tiques para suplir la demanda. Un millón y medio de personas con cuentas verificadas entraron a comprar hasta seis boletos cada uno para tres fechas. “Nos dio códigos cuando no tenía asientos para cumplir con todos”, dice el documento de los litigantes, y añade que otros 14 millones de usuarios que no deberían haber tenido el código pudieron entrar aunque era una ventana de compra exclusiva. La debacle de la preventa llevó también a la cancelación de la venta de pases normales que estaba fijada para el pasado 15 de noviembre.

Ticketmaster ha pactado con los estadios en cada locación del tour de Taylor Swift, y son los sitios con mayor capacidad para grandes conciertos”, agrega la denuncia presentada por el abogado Dennis B. Hill. “Ya que no hay otras arenas que puedan contener esa cantidad de personas (...) Taylor y otros músicos no tienen más opción que acudir a Ticketmaster. Y con ellos, sus fans”.

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La abogada Jennifer Kinder, parte de los denunciantes, sostuvo que Ticketmaster se estaría beneficiando de la reventa. Ella dijo a TMZ que cuando hay revendedores, un boleto puede cambiar de manos hasta tres veces, generando mucho dinero. “Un millón y medio de personas entraron a conseguir tiques que jamás tuvieron oportunidad de tener, porque los revendedores pidieron códigos a través de bots, ingresaron al sistema y compraron grandes cantidades de boletos en cuestión de minutos”. Y gente que hacía fila tuvo que adquirir entradas revendidas, aun teniendo códigos verificados.

Solo que esta vez, Ticketmaster cometió el error de desairar a los swifties, a quenes Kinder describió como un grupo trabajador y organizado, que no quiere ir a mediación ni llegar a los acuerdos económicos individuales, como pretente la boletería, sino que desea ser escuchada por un juez, en una audiencia. Ahora son 26 personas, pero Kinder asegura que su objetivo es sumar a al menos 300 más para firmar la denuncia.

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“(Los swifties) no están preocupados por los tiques, lo que quieren es que el sistema cambie. Si el Gobierno no va a involucrarse, y Ticketmaster no va a cambiar su sistema, entonces los swifties van a encargarse de que los cambios sucedan”, afirmó la abogada. (E)