Desde Quito llega el álbum debut de la banda instrumental liderada por Carlos Totoy (bajo) y Esteban Pazmiño (guitarra), quienes decidieron ser alquimistas en la música y experimentar con distintos géneros hasta llegar a una fusión decisiva. Producto de eso nace El lenguaje de los pájaros, disponible en plataformas de distribución digital desde el pasado viernes y con una duración aproximada de veinticinco minutos. Se compromete con la ardua tarea de involucrar a sus escuchas en esta búsqueda sonora.

Entre susurros y sonidos excéntricos empieza el camino Arhat, una corta introducción que da paso a Toska, que va moldeando la identidad del álbum entre pesadas y sólidas baterías que van de la mano de ligeras guitarras, no así el fuerte bajo, que sugiere acercamientos a géneros como el heavy metal o el hard rock. Posteriormente tenemos Ekemaku, un feroz tema que puede romper los parlantes o audífonos, casi literalmente, con bajos y baterías que retumban sin perder su métrica.

Ahora que el esquema está definido por completo en lo que la misma banda denomina rock alquímico, llega Zorya, que desde el principio trae guitarras distorsionadas y riffs que dejan espacios para los arreglos que serán ejecutados por la batería. En mi opinión, debo decir que considero que Zorya debió ser el final de este trabajo debido a la fuerza que tiene; sin embargo, para apaciguar el ambiente de manera momentánea aparece Mithra, justo antes de Yügen, que resume El lenguaje de los pájaros en una sola pieza: agresivo en gran mayoría, con efímera calma, que de igual manera sigue siendo plasmada con fuerza y tenacidad.

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Desde Quito llega el álbum debut de la banda instrumental Mangata.

En el balance general, este es un excelente trabajo, aunque pudo ser mejor hablando del aspecto técnico, ya que las baterías tenían muchas frecuencias medias y agudas opacando las graves, que deberían destacar o tener más presencia en este instrumento; aun así, esto no quita ningún mérito al proyecto.

Mangata logrará incluir a todos en este viaje experimental que no tiene tique de retorno.