“Esto es un viaje de amigos”, dijo Simón Vargas en uno de los conciertos que ofreció el grupo Morat en Guayaquil (tuvieron dos actuaciones), en el coliseo Voltaire Paladines Polo. Ellos fueron los primeros, en el Puerto Principal, en dar paso a los espectáculos presenciales. El cariño de sus seguidores se sintió en el coliseo: localidades llenas, euforia total, artistas complacidos y, lo más importante, reactivación laboral para muchos trabajadores que esperaron con ansias este retorno a escena.