Después alrededor de 10 años sin pisar a Ecuador, este fin de semana el cantante puertorriqueño Tito ‘el Bambino’ hizo una especial aparición en Guayaquil. En el puerto principal se reunió con medios de comunicación locales, antes de un concierto programado en Santa Elena, por las fiestas patronales de ese cantón, el sábado 17 de agosto.

El artista salió al encuentro luciendo un vestuario totalmente de blanco (de pies a cabeza), complementado con un gran dije colgante brillante sobre oro rosa con la figura de un águila (el símbolo que ha llevado en sus últimos años de carrera). Muy fresco tras el reciente vuelo y muy animado, sin un rastro marcado que delate que ha sobrepasado los 40 años (de ahí que muchos aún lo vean como un ‘bambino‘), el reguetonero conversó con El Universo.

¿Qué te trae de vuelta a Ecuador?

Como siempre he dicho, cuando empecé mi carrera como solista Ecuador fue el primero que me abrió las puertas. Siento una gratitud enorme, que siempre tengo con todos los países que me han abierto las puertas. Tengo un sentimiento peculiar con Ecuador ya que llegué allí con el sueño de emprender una carrera como solista y fueron los primeros que corrieron y me dieron ese abrazo. Con sus gritos y sus aplausos me dijeron tú puedes.

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¿Qué novedades musicales trae Tito a su presentación esta noche?

Ahora mismo nos encontramos en el estudio. Hemos tenido durante todos estos meses campamentos musicales donde estamos preparando el nuevo álbum, que se llama La gente del patrón. Estamos felices, porque hacía tiempo no nos poníamos hacer un álbum y contar con la colaboración de grandes artistas que estén involucrados, no tan solo con sus talentos y sus voces, sino también con sus composiciones. Eso me llena de satisfacción.

¿Cuáles son esos artistas que están trabajando contigo?

No podemos quitarle la máscara a Batman, como decimos siempre. Pero sí vienen grandes artistas, con un gran sonido variado de reggaeton, obviamente y también la música que he hecho durante los últimos años. Estoy feliz por lo que está pasando y con el favor de Dios, yo sé que va a ser un éxito.

Tito El Bambino. Foto: /www.instagram.com/titobambinoelpatron
¿Cómo se define actualmente Tito en la música? Aún es el Bambino, pero también es el Patrón.

Siempre voy a ser el Bambino. Creo que es un nombre que mezcla el sentimiento de mis comienzos. El Patrón fue una nueva etapa, en la que empecé a conocer países que no conocía, donde empecé a hacer conexiones con gente que no conocía dentro del mundo. Creo que han sido etapas. Siempre voy a ser Bambino y siempre me voy a mantener como el Patrón.

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Tito es el único reguetonero que nos da la bendición en las fiestas. ¿Cómo nació la conocida frase “Dios los bendiga”.

Cuando empezamos en el 95, por ahí, a mencionarle el nombre de los Djs y amigos de nosotros de infancia, que andaban con nosotros, como decimos en Puerto Rico, para arriba y para abajo, una vez dije “voy a hacer algo diferente”. Que voy a honrar a quien me ha bendecido, y ahí grité el grito de guerra: “Dios, los bendiga”. Y ahora gracias a eso todos bailamos bendecidos.

¿Personalmente te consideras creyente?

Soy fiel creyente de que con Dios encontramos todo y Él es la solución para todo.

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Se dice que hay un reggaetón ‘old school’, del que fuiste parte, y ahora hay un nuevo reggaeton. ¿Cuál es tu evaluación de estos dos tiempos?

Son etapas de crecimiento, que fueron necesarias vivirlas para poder ser quien soy, donde hice grandes compañeros, grandes fanáticos. Hoy estamos en otra parte del juego que Dios me da el privilegio de pertenecer y participar. Hay nuevos fanáticos, nuevos ritmos y a mí siempre me gusta involucrarme en cosas nuevas. Creo que esa etapa fue espectacular y la que estoy viviendo ahora es maravillosa.

¿Te incomoda que aún te vinculen con la etapa anterior, que aún el público disfruta mucho?

No tengo culpa de que me hayan escogido a temprana edad. Pero siento una muestra de agradecimiento eterna. No creo en clasificar a la gente, eso lo utilizan mucho en el reggaeton, pero mira en la salsa a Gilberto Santa Rosa, Marc Anthony, son personas que todas las generaciones aman y respetan. En el caso mío, cuento con el amor de toda la generación, están todas las que vinieron antes que yo, como la mía, y como la nueva. Y sé que con la gracia que lleva puesto en mí Dios, también con las que vendrán después. No tengo por qué compararme aquí, a decir qué está mal hecho o qué está bien. Simplemente es arte y el arte cada cual lo expone pone como quiera.

En cuanto a la nueva sangre del reguetón, ¿has escuchando algo que te haya llamado la atención?

Hay un sinnúmero de artistas, pero cuando me hacen esta pregunta no me gusta ponerme a mencionar nombres, porque a veces sí se me olvida uno es un caos. Y no soy artista que crea el caos. Pero hay muchos que los escuchamos, los disfrutamos y me encanta estudiarlos, ver lo hacen y me siento feliz, porque verdaderamente hay mucha música buena. Simplemente hace falta oídos para escucharla. Toda la música es buena, tanto la que es un poco más calle, como la que es más comercial. Lo que pasa es que a veces lo queremos muy, muy, muy calle, o queremos muy, muy comercial. No hay un balance y donde no hay balance, siempre va a haber un caos.

Hay padres de familia no están de acuerdo con que sus hijos escuchen o bailan reggaeton. Como padre de dos hijos, ¿cuál es tu postura al respecto?

A mí mis padres a temprana edad me llevaban a cantar. Tenía 12 años y yo iba a cantar y eso no me hizo mala persona. El problema es cuando le prohíbes a tus hijos y empiezas a reflejar tus fracasos en ellos. Es un problema que tú no los apoyes, porque la música es música. Ninguna música los va a lastimar. Lo que tenemos que hacer es dejar de pensar que los artistas son los padres de los hijos de la gente. Los artistas simplemente estamos para entretener al mundo. Los mío están bien criados, ellos van a los conciertos conmigo desde niños y son buenos muchachos.

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¿Sigue siendo el reggaeton música de los jóvenes o a estas alturas de la vida es más que eso?

El reggaeton es el sentimiento del barrio, la clase que impidieron. El reggaeton es vida, no lo pueden clasificar. Todos tenemos un joven dentro, todos tenemos un niño adentro. Es cuestión de actitud. Es la filosofía que tenían en la época de los 90, de clasificar y marginar, eso no existe ya. El reggaeton es de todos y para todos, igual que la salsa, el merengue, la cumbia, la ranchera.

Algunos colegas del género se han retirado para convertirse al cristianismo. ¿Qué opinas de eso?

Es algo lindo. Uno tiene que hacer lo que lo haga a uno sentirse bien y no pensar en lo que la gente puede opinar. A veces los seres humanos dejan de ser, por el que dirán. Si eso es lo que está en el corazón de mi compañero, que lo haga y yo lo felicito. Unos lo hacen en privado, otros lo hacen como estilo de vida, y otros lo hacen público porque quieren expresarle al mundo lo que sienten. Cada cual que haga lo que lo haga sentir bien, que sean felices.

¿Alguna vez has pensado en tu retiro?

No. Yo no puedo apagar el don que Dios puso en mí. Respeto la decisión de cada cual, pero yo no puedo matar lo que Dios sembró en mí, porque por algún lado va a explotar. A veces las calles ves una matita que sale bonita rompiendo el cemento, eso es lo que hay en mí, una semilla que se me puso y que siempre está lista para romper el cemento. No la puedo picar, porque si la trato de picar, va a buscar por donde romper como quiera. (E)