Dicen que cuando nace un bebé, también nacen los padres. Es que en el mismo día que la pareja entra al curso más difícil de la escuela de la vida, por las mismas tiene que graduarse de papás. Eso lo están saboreando las figuras de pantalla Kimberly Cedeño y Antonella Moscoso, recientemente convertidas en madres al lado de sus parejas igualmente reconocidas.

Aunque no se consideraban grandes amigas cuando competían en el reality show de baile Soy el mejor (en TC Televisión) la maternidad les hizo afianzar esa amistad que al inicio solo tenía en común el baile. Ahora su camaradería ha hecho germinar el proyecto Mamá a bordo. Se trata de un pódcast y una serie de contenidos audiovisuales donde abordan con el público los mitos y las costumbres de las nuevas mamás, así como sus divertidas experiencias, en un tono que definitivamente las hace sentir cercanas entre ellas y con el público que siempre las ha seguido, en especial con otras mamás mileniales como ellas. El contenido es producido por A TU VERA y Sais Producciones.

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Todo empezó justamente durante sus embarazos, compartiendo anécdotas y consejos que recibían de sus familiares y sus seguidores en redes sociales. “Nos dimos cuenta de que las maternidades son completamente diferentes, los niños son completamente diferentes. Hasta nuestros partos fueron totalmente diferentes. Antonella tuvo cesárea, yo un parto normal”, recuerda Kimberly, más conocida como Campanita, en una entrevista con este diario.

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Incluso, aclara, sus bebitos llegaron en circunstancias desiguales. Para muchos es conocido que la exchica reality soñaba con convertirse en madre desde hace tiempo, pero sufrió tres gestaciones fallidas por el síndrome antifosfolipídico (SAF), una enfermedad autoinmune. Por eso el hijo que tuvo con el también exchico reality Julián Campos se considera un bebé arcoiris. En cambio para Antonella y su pareja Renier Izquierdo, su embarazo fue una gran sorpresa. Y entre los dos pequeñitos hay dos meses de diferencia: Juliancito tiene 6 meses y Renier Antonio, cuatro.

Pódcast ‘Mamás a bordo’: las divertidas y tiernas historias de Kimberly Cedeño y Antonella Moscoso como madres primerizas Foto: Marco Vera Argüello

“Conversando las dos un día dijimos ‘¿y si hacemos un podcast?’ Porque nos reíamos con las cosas que nos decían, incluso en redes sociales. Por ejemplo, me dijeron que no podía comer cocolón, porque la placenta se pega... Nos reíamos con todo eso y de ahí salió la idea”, cuenta la querida Campanita. Además de los episodios seriados, hay videos humorísticos con las participaciones especiales de sus compañeros.

“Como mamás primerizas compartimos nuestros puntos de vista y queremos crecer en comunidad, dándole un espacio a esas mamitas que desean tener un lugar para desahogarse y compartir sus experiencias y crecer también”, explica Antonella.

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¿Qué es lo más bonito de ser madre?

“Lo más bonito es ver cada ‘actualización de software’ de Juliancito”, responde muy animada Kimberly Cedeño. “Cada día se levanta con algo nuevo. Un día dijo ‘mamá', otro día se sentó, otro empezó a poner las rodillas para gatear. Un día se levantó y ya le vi el brotecito del diente... Esas cosas son para mí las mejores como mamá primeriza. Nunca había sentido tanta emoción por ver a un ser humano crecer día a día”.

La bailarina y atleta ha puesto en pausa su trabajo en televisión para dedicar 100% su tiempo a su hijito. Es un contraste con Antonella, quien por ahora está brillando en televisión desde que ascendió como talento de Soy el mejor, luego de haber sido primero parte del staff de bailarines. También sigue a cargo de la dirección de su academia de baile. Mientras una es mamá ‘que se queda en casa’ (stay-at-home mom), la otra es una mamá trabajadora (working mom).

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Por eso, la pelirroja que conquistó el corazón del cubano Renier reconoce que la maternidad además de ser gratificante ha sido un poco dura para ella. “Mi mami lo hacía ver tan fácil”, bromea. “Ahora que soy mamá, me doy cuenta que nunca me puse a pensar cómo mi mamá se sentía, como persona, como ser humano, si tenía tiempo para ella, para arreglarse, tener ese espacio con su pareja, mi papá... Son cosas que una cuando se convierte en madre lo entiende. A veces solo necesitas a tu familia que te apoye, que no te juzguen, sino que te sigan diciendo ‘lo estás haciendo bien, vas a ser mejor cada día’”.

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El ‘milagrito’ de Kimberly Cedeño

Para lidiar con el SAF durante su embarazo, Kimberly Cedeño debió aplicarse inyecciones diarias. “Las inyecciones duelen, el líquido duele, tenía morados en la barriga... Había días en los que lloraba del dolor. Pero mi esposo me decía que cada inyección le daba un latido más a mi hijo”, relata.

Ese milagrito que Dios le mandó, como dice ella, lo está cuidando con mucho amor al lado de su compañero de fórmula. “En los primero días Julián tomó el 90% del trabajo y yo tenía un 10%. Porque mientras yo dormía, él lo cuidaba toda la noche, en las madrugadas viendo el Chavo del 8 para no dormirse, porque a él le daba mucho miedo el tema de la muerte súbita”.

Por ahora, revela Campanita, no ha tenido propuestas de trabajo de televisión, pero no descarta regresar, le encantaría hacerlo. La TV y el baile son sus grandes pasiones, aunque esté volcada 24/7 a su ‘arcoiris’ humano. “Si me toca trabajar en televisión, me llevo a mi muchacho... Todavía no me da el corazón para dejar a Juliancito en la casa con la niñera”.

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Dos sueños hechos realidad para Antonella Moscoso

Desde el año pasado Antonella Moscoso está disfrutando de un mayor protagonismo en el concurso de baile de famosos locales. La oportunidad le llegó en pleno embarazo y, con la misma seguridad que demuestra en sus coreografías, decidió afrontar estos dos desafíos que se han convertido en sus más grandes sueños hechos realidad.

“Dentro de mis planes nunca fue no tener a mi bebé. Me dije ‘si ya me metí a hacer cosas de grande, tengo que afrontarlo’. Obviamente Renier fue un gran apoyo, nunca me dio la espalda. Nunca me cerraron las puertas del canal tampoco”, ilustra la coreógrafa. Cuando ya no pudo bailar, recuerda, se probó en reportajes y en notas de color, en el matinal De casa en casa, pues además es licenciada en comunicación social.

“Es duro irse y dejar al bebé, está con el papi, pero no es lo mismo. Estoy en mi momento en pantalla, pero también soy consciente de que el tiempo de crecimiento que está teniendo el bebé no va a volver a pasar. Sí, es una etapa maravillosa en la cual como madre me encantaría estar al 100%, pero tampoco creo que hay que dejar de lado nuestros sueños. Entonces estoy luchando por las dos cosas”, dice esta working mom, mientras que su pareja es un stay at home dad (papá que se queda en casa).

“A Renier se le nota que anhelaba tener un hijo, tener una familia, porque él salió de Cuba a los 15 años y está lejos de su madre, eso le ha costado mucho, como cambiarse de país. Él anhelaba tener una familia propia, de poder tener a su mejor amigo, como él dice, a quién contarle sus cosas y con quien reírse”.

¿Hay planes de boda entre Antonella y Renier? “Sí, obvio”, contesta ella. “Antes de tener una familia, o sea tener un hijo, siempre quise casarme. No se dio así, pero sé que en algún momento será. No pienso en obligar a nadie ni atar a nadie. Me gusta que todo se de en el tiempo que debe de ser. Cuando nos sintamos que es el momento nos casaremos. No es el tiempo que la gente quiera, es el tiempo que los dos estemos dispuestos. Por ahora tenemos una familia maravillosa”.

¿Hay más bebés en camino para estas ‘mamás a bordo‘?

¡Sí!, expresan las entrevistadas. A Kimberly Cedeño le gustaría tener otro bebé más adelante, aunque confiesa que siempre había soñado con tres en total. “¡Ya no, dos son suficientes!”, confirma entre risas.

A Antonella Moscoso le encantaría que llegara una niña a sus vidas. “Quisiera que sea en un tiempo que lo pueda disfrutar por completo. Voy a ahorrar full para que cuando tenga mi otro bebé me pueda dedicar al 100%. Creo que voy a estar más madura y más preparada, ahora lo estoy intentando como mamá trabajadora”. (E)