A sus 46 años, el caleño Andrés Parra es fácil de recordar por uno de sus papeles más oscuros, el de Pablo Escobar en la serie de Caracol Televisión de 2012 El patrón del mal. También encarnó al jefe narcotraficante en El señor de los cielos (Telemundo, 2013) y en La selección (2014). En 35 años de carrera, es inevitable que nombres como ese lo señalen.

Antes ya había sido Anestesia en El cartel de los sapos (2008) y el sacerdote protagonista de la película de 2009 La pasión de Gabriel, que también exploraba una sociedad amenazada por la violencia.

Pero cuando llegue al Teatro Scala de Quito el viernes 19 de julio veremos un lado diferente, el humor de Parra, en el stand up comedy Venga que sí es pa’ eso, que presenta como “una invitación a despertar”. Es la novena función, pues antes ha tenido cuatro en Bogotá y una en Medellín, Cali, Bucaramanga y Villavicencio. Es la primera fuera de Colombia.

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“Siento que tengo el feeling para la comedia”, dice Parra en entrevista con este Diario. Antes no había hecho stand up ni un espectáculo en solitario, escrito, dirigido y protagonizado por él, dándose licencia para hablar y actuar como quiera.

El actor colombiano de televisión, cine y teatro Andrés Parra trae a Quito el espectáculo de stand up comedy 'Venga que sí es pa' eso'. Foto: Cortesía

“Siempre me han dado personajes muy complejos, muy oscuros, y en ese proceso he podido darme cuenta de que el oscuro soy yo”, dice el tres veces ganador a mejor actor protagónico de los Premios India Catalina. “En el proceso de aceptar esa realidad nace la necesidad de compartir mi tránsito a través de mis traumas, de mis complejos, de mis miedos, de mis inseguridades, de los momentos en los que a mí la vida me puso contra la pared, del día en que yo finalmente estallé en pedazos, y cómo me recuperé de eso y cómo encontré mi salida y me enfrenté a una forma distinta de ver la vida”.

Soy totalmente libre, y esto la televisión no me lo puede dar, ni el cine. El teatro es el lugar sagrado donde uno puede, si quiere, ser totalmente honesto. La experiencia viva tiene un poder.

Andrés Parra

Ese es el quid de Venga que sí es pa’ eso. “Es mucha la gente que está rota, perdida, angustiada, pasando muy mal. De pronto esta experiencia inspire a alguien y podamos empezar a tejer sociedades. Nos enseñaron a odiarnos mucho y hace falta un poco de amorcito”. ¿Qué les agradece a sus personajes siniestros? “Lo que ha hecho la profesión es ponerme en un lugar en el que puedo llegar a más gente. Lo otro deja de tener importancia para mí”.

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Lo que sí le interesa es el humor, el “gran termómetro” del bienestar emocional. “Cuando ya puedes burlarte de ti mismo, de tus complejos, de tus traumas, de tus tragedias, es la prueba de que eso se sanó. Mientras haya temas que tú no puedas tocar, eso está hablándonos de una herida que está abierta y que necesita ser tratada. El humor es una anestesia muy sabrosa y yo trato en el show de que tenga esa función”, promete, y a continuación devela su plan. “Yo lo voy anestesiando, y cuando ya veo que está usted dormidito en risa, ¡voy por la muela y se la saco! Intento confrontar, zarandear, para que usted tome decisiones que no ha podido tomar, por ejemplo”.

Esa medicina, dice, ha dado como resultado un público agradecido. “La gente sale muy feliz de ver a alguien contándolo de manera honesta, sin prejuicios. Nos hace falta, nos muestra que está bien ser vulnerable, estar mal y sentirse perdido e insatisfecho. A veces hace falta que nos rajen por la mitad y nos muestren; esa es la función del show, yo me rajo, pongo las tripas, me ofrezco como un sacrificio”.

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¿Vale la pena? “Estamos en un mundo donde la imperfección no debe ser mostrada. Yo ahora le apuesto a lo contrario, déjeme ver su imperfección, su parte oscura, a ver qué podemos hacer”.

Parra valora muchísimo el privilegio del espectáculo presencial. “Yo ahí no tengo quién me esté censurando. Soy totalmente libre, y esto la televisión no me lo puede dar, ni el cine. El teatro es el lugar sagrado donde uno puede, si quiere, ser totalmente honesto. La experiencia viva tiene un poder. Hace mucho no hacía teatro, y volver a sentir al público y que el público lo sienta a uno ahí roto es muy valioso. Me preguntan que cuándo lo van a ver en streaming o por YouTube. Les digo que no, esto hay que vivirlo”.

Protagonizada por Andrés Parra, la serie colombiana 'Pablo Escobar, el patrón del mal', se transmitió en Ecuador por GamaTV.

En eso radica para el actor la magia del teatro, que no tiene el efecto masivo, viral e inmediato de otros medios, y que tampoco le impide incursionar en estos. Andrés está en medio del rodaje de una serie para Netflix. Confiesa que dejó de hacer telenovelas hace muchos años, porque le gusta la posibilidad de expresar la crudeza.

Parte de eso se ve en la puesta en escena que traerá a Quito, que tiene un humor que juzga muy latinoamericano. ¿Quiénes hacen reír a Andrés Parra? No se considera comediante “de la vida real”, pero admira a Gabriel Murillo, Johana Velandia, Franko Bonilla. “Manejamos un humor muy parecido: negro, basto, grosero. La mitad de la gente sale odiándolos y la mitad amándolos. Yo no llego hasta allá, pero ellos son mis referentes”.

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El humor políticamente correcto, asegura, lo aburre. “A mí me gusta el stand up con propósito. Que se meta con temas delicados, con la religión, con la pareja, pero de manera incisiva, fea, eso me gusta. Ácido, perturbador. Venga que sí es pa’ eso es un espectáculo irreverente. Por eso elegí este vestuario (formal), porque hay una contradicción en cómo me veo y lo que sale por esta boca”.

Parra viaja con un equipo que también organiza las giras del conferenciante e influencer Dante Gebel y del motivador y escritor Daniel Habif. “No puedo estar en mejores manos, venimos haciendo un trabajo muy juicioso, buscamos que el show sea impecable, estoy obsesionado con eso, que la gente sienta que la obra tiene un trabajo y un cuidado. Somos muy detallistas”.

Las entradas para Venga que sí es pa’ eso están a la venta en Riocentro, Mall del Jardín, Paseo San Francisco y C. C. El Recreo, y en TicketShow. Costos: vip $ 70, golden box $ 80 y top box $ 90. (E)