Catorce artistas de Guayaquil, Riobamba y Quito se reúnen hoy a las 20:00 en la Sala Multi Artes del Teatro Centro de Arte para exponer lo mejor del estilo de comedia stand up en el Ecuador.

La Chistetón o Maratón del Chiste permitirá a cada uno de ellos demostrar sus habilidades en sets que van de 5 a 10 minutos. Es la cuarta ocasión en la que el grupo Lapsus Comedy reúne un elenco nacional; anteriormente se han presentado en Pop Up Teatro Café.

Daniela Anchundia, una de las fundadoras de Lapsus y con varios años de trayectoria en el stand up, dice que es una muestra en la que desfilarán distintos tipos de humor. “La idea es presetnar comediantes muy talentosos, de diferentes ámbitos y con diferentes estilos; no es fácil verlos a todos juntos en un solo evento”.

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El stand up tiene como principal rasgo la diversidad, dice la comediante Doris Alcívar. “A unos se les da más el chiste corto, otro con música, otros cuentan historias, pero todos tienen similar estructura”: en resumen, cada comediante escribe su propio discurso, para lo cual puede o no tomar de sus experiencias personales. Y en el caso de Alcívar y Anchundia, sí que las tiene.

“Escribimos desde nuestra vivencia como mujeres, como madres, y en mi caso como una mujer llegando al quinto piso, a la ‘mediana edad’”, comenta Alcívar. “Cuento mis vicisitudes en esta sociedad y Daniela desde su maternidad su visión de la maternidad. Hacemos observaciones divertidas de nuestras vidas”, pero también hay quien hablará de su trabajo como repartidor, otro preferirá el humor subido de tono, las bromas políticas o familiares.

Anchundia, que ha impulsado en Ecuador un festival de mujeres comediantes, el Femi-Nací, considera que los humoristas ecuatorianos están en un buen nivel y no quedan debiendo nada en comparación con estanduperos de otros países, a los que también aprecian y siguen.

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¿Qué particularidades tiene el humor en nuestro país? “Al ecuatoriano le gusta mucho verse a sí mismo, y mientras más coloquial seas, mientras tengas más detalles que en otro lado no entenderían, más conectas con la gente”. Anchundia añade que el público local acepta verse con todas las luces, positivas y negativas. “Y se ríe de su propia desgracia, tiene muy buen humor, y eso me gusta, que se pueden tocar temas que uno podría pensar prohibidos, pero la gente se muere de risa”.

Opina que sí, hay diferencias entre el humor de la Sierra y de la Costa, e incluso de ciudad a ciudad, “pero lo lindo de esto es que podemos convivir”. En la Chistetón, observa, se han integrado costeños y serranos, y han pasado por encima del regionalismo. “No se trata de meter cizaña y decir que el costeño es así o el serrano es así; todo lo contrario, hay una manera de unificarnos”.

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En la cita estarán también Kevin Fernández, el Beato de Nobol, Nicole Encalada, el Chico de Cristal, Isaías Tagle (de Venezuela), Eduardo Requena, Pancho Viñachi, Allan Papi, Jorge Palacios, Luis Valdez (imitador), Jorge H y el Guangudo.

El estandupero Andrés Vera cuenta que la unión de los ecuatorianos dedicados a la comedia empezó en la pandemia. “No podíamos presentarnos en ningún lado y empezamos a hacer estos shows virtuales, a invitar y a aceptar invitaciones de Quito, de Cuenca, y nos dimos cuenta de que somos lo mismo, el humor nos unía, y nos volvimos una comunidad”.

Esto les ha permitido explorar el humor de cada región. “Tenemos amigos cuencanos que tienen geniales imitaciones de los guayaquileños, y nos matamos al escuchar la manera en que hablan, sin ser ofensivos”.

También es una herramienta para encontrar la identidad, y un espejo de la realidad y de nosotros mismos para reflexionar, afirma Anchundia, para quien el artista del stand up es alguien que elige hablar de sí mismo y de sus limitaciones y es capaz de compararlas con las de otro sin burlarse. “Es encontrar el camino para reir juntos y no el uno del otro”.

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La diversidad en la comedia da acceso a otras perspectivas, acota Vera. “Nos permiten explorar otros aspectos del humor, que no conocemos, que no sabíamos, como Doris, que trajo al grupo su chiste fantástico de cuando le dijeron por primera vez ‘madrecita’ (el nuevo nivel de ‘señora’) en el parque Samanes. Es un chiste que yo jamás hubiese podido hacer; Doris lo encontró y nos hizo explotar de risa a todos”.

“Tragedia más tiempo, comedia”, resume Alcívar. “El standup”, ese género de las artes escénicas que ha ido transformándose desde finales de los 90 e inicios del 2000, “ha sido para mí salvador, en ese sentido”.

Las entradas para la Chistetón tienen un costo de $ 15 y se adquieren en la boletería del Teatro. (E)