“Este show mostrará las partes más reales de mi vida”, promete el reconocido pastelero Buddy Valastro, que pasa de ser un Cake Boss’ a enseñar cómo consolida su ‘dinastía de pasteles’ en un nuevo programa de telerrealidad.

El nuevo reality show donde el chef de 47 años será la estrella, al lado de su familia, se llama Cake Dinasty y estará disponible este sábado 13 de julio en Lifetime (canal de pago). En su primera temporada tendrá un total de diez capítulos y cada uno con una duración de una hora.

En esta producción el también empresario deja entrar las cámaras de televisión a su reputado Carlo’s Bake Shop y, ente bastidores, o más bien entre hornillas, intenta equilibrar su éxito comercial y su relación familiar, especialmente porque sus cuatro hijos empiezan a vincularse con el negocio familiar. Mientras tanto, el chef recibe exigentes órdenes de sus reconocidos pasteles personalizados, como para el cumpleaños de Neil Patrick Harris o para un nuevo aniversario de la puesta en escena de Wicked, en Broadway.

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Con este programa, el popular pastelero estrena una nueva era en la televisión, donde empezó a trabajar desde inicios del 2000, cuando fue invitado a varios desafíos de Food Network y luego cuando protagonizó el reality Cake Boss (TLC).

“Pero estoy seguro de que no estuviera donde estoy, sino fuera por la televisión, pero desde mi perspectiva he hecho muchas cosas porque estaban en ADN”, reconoce Valastro a este Diario, en medio de un encuentro virtual que realizó con periodistas de Latinoamérica, en el marco de este estreno.

El creativo igualmente debe su popularidad, explica, a su determinación para no fracasar, luego que la tragedia tocara su vida. “Si no hubiera ido a la universidad, o no hubiera perdido a mi padre, a los 17 años, porque cuando eso pasó, cuando la tragedia ocurre, te conviertes en otra persona. Se activó un interruptor en mi mente, muchas personas dependían de mí, fracasar no era opción. Cuando se activó ese interruptor en mí, me propuse trabajar muy duro hasta sentirme exitoso. Y eso es lo que he podido hacer. Si no hubiera sido pastelero, igual hubiera estado en mi ADN y hubiera hecho algo parecido”.

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La televisión tampoco estaba en sus planes originalmente, y sin embargo, dice que prefiere mantenerse humilde ante el éxito que le trajo. “Nunca me propuse estar en televisión. Si hace 25 años me hubieras dicho que iba hablar de mis programas con periodistas de todo el mundo, te hubiera dicho estás loca”, bromea. “Siempre supe que quería ser un pastelero y no me siento una gran estrella, me siento humilde con mis raíces. De hecho hace poco recibí un Emmy hace unos meses, y para mí sigue siendo un honor que mi trabajo se reconozca”. (E)