Era 1987 y una familia poco convencional se tomaba por primera vez las pantallas de la televisión estadounidense. Un padre viudo que decide congregar en una misma casa a su cuñado Joey Gladstone (Dave Coulier) y a su mejor amigo, Jesse Katsopolis (John Stamos), para criar a sus tres hijas. Es así como Danny Tanner abre las puertas de su hogar a los televidentes de los años noventa para compartirles lo que era su hogar casi perfecto.