Las guitarras eléctricas y la batería se hicieron sentir la noche del martes 27 de febrero del 2024 con la presentación de la banda de rock mexicana Maná tras no haber pisado el territorio chileno durante siete años.

Qué emoción volver a estas benditas tierras luego de siete años de habernos alejado, aunque también se nos cruzó la pandemia (COVID-19)”, expresó Fher Olvera, vocalista de la banda, pocos minutos después de haber subido al escenario. “Ya estábamos con ganas de regresar a un país donde a estos mexicanos los han tratado bonito. Yo describo a Chile como el país más cariñoso del mundo. Quiero verlos hasta arriba cantar con todo el pulmón, ¡que nos escuchen hasta Santiago!”.

El espectáculo arrancó lleno de energía con el beat de Oye, mi amor, seguido de De pies a cabeza.

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La euforia del monstruo (el apodo del público del Festival Viña del Mar) se moderó un poco cuando la banda dio paso en su repertorio a las baladas Manda una señal, Labios compartidos y Vivir sin aire, para la que Fher sacó su armónica del bolsillo.

Tras brindar por Chile con un trago (aunque advirtió a la producción que no le dieran tequila), la banda cedió a la melancolía y al despecho.

“Esta canción se la dediqué a una ‘polola’ que me estaba poniendo los cachos bien feo”, confesó Fher antes de comenzar a cantar Mariposa traicionera. “¡Y te sigo amando, chiquitita”.

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Para El rey, tema escrito por José Alfredo Jiménez y popularizado por Vicente Fernández, no necesitaron más que una guitarra. “Vamos a imaginarnos que estamos en una cantina mexicana”, les pidió Fher.

La historia de una expareja que intentó volver con el vocalista luego de haberle sido infiel fue el preludio para ‘una de las viejitas’, Te lloré un río, lanzada en 1992.

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Maná subió a una chica al escenario durante Viña del Mar

Heidi fue la afortunada fanática chilena elegida por Maná para acompañarlos sobre el escenario del Festival Viña del Mar.

Fher, vocalista de Maná.

Al ser interrogada sobre la persona que más ama, ella no dudó en mencionar a su padre, Arnaldo, quien disfrutaba del tema El reloj cucú, canción que gentilmente la agrupación tocó para dedicársela a su memoria.

Heidi permaneció en el escenario mientras cantaron Eres mi religión, incluida en su disco Revolución de amor, 2002.

Alejandro González, baterista, tuvo su momento de brillar (aún más) al cantar uno de los himnos de los karaokes latinoamericanos, Me vale, poniendo a todos los asistentes a brincar.

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En el muelle de San Blas fue el último tema interpretado antes de recibir su primera gaviota de plata, a petición del público. Luego les otorgaron la ansiada gaviota de oro.

“Este show se lo dedicamos a todos los bomberos que trabajaron aquí en Viña del Mar, mi respeto y admiración para ellos”.

La fiesta de rock latino se cerró (aparentemente) con Clavado en un bar y con Fher envuelto y abrazado a la bandera chilena. Aunque el vocalista regresó con la armónica para Rayando el sol, balada con la que se inspiraron para enviar un ‘rayo de luz’ a todo Chile.