No hay rótulos visibles que lo identifiquen como centro de revisión vehicular. Por eso, choferes foráneos que acuden al cantón Simón Bolívar, por primera vez, para hacer la inspección visual de sus automotores, suelen pasarse de largo, llegar hasta la cabecera cantonal y averiguar por el sitio en cuestión.

Desde el 2014, cuando dicha localidad asumió la competencia para revisión y matriculación, su centro funciona en el km 1 de la vía Simón Bolívar-Jujan, un camino angosto, rodeado de árboles grandes.

Al ingreso del sitio se lee: Centro de Desarrollo Integral Gallo de Oro, instalación que ha sido sede de eventos culturales, turísticos, entre otros.

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Allí, antes de la matriculación vehicular anual, en febrero pasado aprobó la revisión ocular el bus de la coop. Señor de los Milagros (transporta de Guayaquil a Daule) que el domingo 12 se accidentó en la vía Molleturo-Cuenca, dejando 12 hinchas de Barcelona fallecidos y más de 20 heridos.

La tragedia reactivó, entre la opinión pública, un debate en torno a la tendencia de dueños y choferes de vehículos particulares y de transporte público de acudir a centros de revisión visual en lugar de ir a sitios que emplean una inspección técnica con equipos especializados.

El año pasado en Simón Bolívar se revisaron y matricularon 700 buses intraprovinciales. Y en lo que va del 2018, la cifra es de 400 unidades de ese tipo, según Rodolfo Sierra, jefe de la Unidad de Tránsito Municipal, quien afirma que aquello es parte de su competencia y está en el marco legal vigente.

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El funcionario refiere que atienden a la mayoría de buses de la Unión de Transporte Público del Guayas, que el revisor que tienen en el centro es un mecánico preparado.

Un chequeo visual en el que se revisa funcionamiento de luces, de limpiavidrios, estado de parabrisas, labrado de neumáticos, cinturones de seguridad, tubos de escape, extintor de incendios y botiquín médico, no dura más de cinco minutos.

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Sierra sostiene que los transportistas son sus clientes por la agilidad y eficacia de su proceso de revisión que, según él, es monitoreado en un centro integrado a través de una cámara.

“Nosotros siempre hemos sido muy prácticos, no hemos puesto tanta cosa como en otros cantones. Revisamos, pues, que tengan todos los requerimientos y los ayudamos en este caso para que no demoren tanto”, remarca.

A su juicio, en el caso de la coop. Señor de los Milagros hubo “negligencia” del conductor y no se cumplió el debido control operativo, pues el bus viajó sin tener salvoconducto para salir de la provincia.

Sierra recalca que el problema de fondo es que desde el 2016 por una reforma a la Ley Orgánica de Tránsito, los buses intraprovinciales son sometidos a una sola revisión, cuando antes debían cumplir dos.

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Él sostiene que genéricamente el marco legal establece revisión técnica para estas unidades, pero que en ese concepto está inmersa la inspección ocular que ellos hacen.

En promedio, cada mes Simón Bolívar revisa 1.300 carros, de los cuales el 60% llega de otras ciudades.

A 15 minutos, en Jujan, donde también se hace revisión ocular, se atienden 3.000 vehículos mensualmente.

De esa cifra el 80% son automotores de ciudades como Guayaquil, Milagro, Quito, entre otras, cuyos cabildos tienen inspección técnica, reconoce Francisco Mata, director municipal de Tránsito de Jujan.

“No nos apegamos a las máquinas si podríamos decirlo, pero tratamos de cumplir con lo que más podemos. Tenemos nuestros técnicos de revisión que tienen sus conocimientos mecánicos”, argumenta.

El funcionario refiere que en el centro de revisión de esta localidad, ubicado en la vía principal, no chequean vehículos de transporte público intraprovincial, por decisión propia, mas no porque haya impedimento.

En Jujan, cuyo municipio asumió la revisión y matriculación en el 2015, hay dos líneas de revisión por las que los inspectores pueden descender para chequear los carros.

La tasa municipal de revisión allí cuesta $ 3 para carros livianos y $ 3,50 para pesados.

En Yaguachi, cuyo Cabildo recibió la competencia en septiembre del año pasado, el valor de la tasa es de $ 20. Mensualmente allí se inspeccionan 1.000 carros en la calle, pues el cantón no tiene un centro.

Víctor Manuel Lalama, jefe de la Unidad municipal de movilidad de Yaguachi, señala que de esa cifra el 60% de usuarios es de otras ciudades. (I)