La Universidad Estatal de Guayaquil, con 74 000 estudiantes, es la más grande del país. Asimismo, sus problemas han sido grandes y ha debido ser intervenida desde el 2013. Ayer, el centro superior cumplió 152 años de vida institucional y hoy realiza una sesión solemne conmemorativa.

Roberto Passailaigue es el actual interventor. En octubre cumplió un año en el cargo. En una entrevista, el funcionario acepta que ha debido lidiar hasta con grupos radicales y, por eso, la Universidad no ha podido hacer verdaderas investigaciones o sugerir soluciones a crisis políticas o de otra índole.

¿Cómo está la Universidad, según su óptica, se ha recuperado, está estancada o qué pasó?

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Debemos de considerar que el 15 de octubre de 2018, el Consejo de Educación Superior (CES) dispuso la intervención integral por reunirse las circunstancias determinadas en el artículo 199 de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), que son: falta de acatamiento y respeto a la Constitución, LOES, normatividad del CES y normatividad interna; también una falta de ejecución e inoperancia en los campos administrativo, académico y financiero. Y el más grave, la conmoción interna, de tal manera que se trabajó de forma inmediata por tres meses iniciales. Y teníamos que presentar un diagnóstico y se logró obtener, en un informe de una comisión de seguimiento posintervención anterior y de los informes de Contraloría, que persistían estas tres causales, por lo que se amplió la intervención por 24 meses.

¿Por qué persistían estas acciones; cómo se encontró el escenario?

Cuando llegamos no había operatividad, estaba grave la conmoción interna, los trámites eran totalmente irregulares. Había contratación que no tenía el contrato como lo manda la Ley de Contratación Pública. Profesores, como en Jurisprudencia, un gestor de posgrado cobraba directamente él los valores de posgrado, los depositaba en su cuenta corriente, compraba artefactos, él los intervenía sin respetar la normatividad legal, se daban títulos irregulares como lo que pasó en Ciencias Administrativas. Eso que originó la intervención del  2013 no había desaparecido y, lo que es peor, estaba agravado. También estaba que desde el 2008, 2009 no se habían solucionado problemas con los jubilados. Una deuda con el IESS de más de 15 millones de dólares.

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La conmoción interna aún se vive; se vivió con bombas en meses pasados.

Tuvimos seis detonaciones explosivas, que han sido catalogadas como atentados terroristas. La primera fue en febrero. La segunda fue en marzo, de bajo poder explosivo, vino otra más grande el 7 de abril que incendió y destruyó un vehículo que estaba parqueado cerca de la Facultad de Educación Física. Luego  la otra a fines de abril que destruyó otro vehículo; luego el 2 y el 29 de agosto y se pasaron las investigaciones y se dio con los autores materiales. Ahora queda por determinar los autores intelectuales. Se le ha pedido, insistido al Ministerio Fiscal como a la Policía que continúen las investigaciones ya que los autores materiales solamente pusieron las bombas, hay que ver quiénes originaron el envío de las bombas. También fueron destituidos  profesores conflictivos, con procedimientos irregulares, esto ha hecho que baje la conflictividad en el 80%. 

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¿Quiénes están atrás de todo esto?

Nosotros no lo podemos señalar, es una investigación judicializada.  La teoría de la Fiscalía y Policía son los grupos que han estado manejando la Universidad de forma irregular, las mafias internas,  que han puesto estas bombas para que la comisión se vaya, para causar terror.

¿Cuáles son esos grupos?

Hay grupos que han estado manejando la Universidad. Yo no puedo saber quiénes están. Yo en este momento no podría determinar porque está siendo judicializado, hay que preguntar a la Policía y al Ministerio Fiscal.

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Hay inconvenientes como plantones de estudiantes, problemas de jubilados...

Indudablemente. Imagínese que cuando nosotros llegamos todo era un desastre, todo estaba por hacerse, todo estaba mal hecho e irregular. Y a nosotros nos ha correspondido  sin recursos financieros solucionar problemas y en un año hemos solucionado bastante. El problema de los plantones de estudiantes se ha dado y seguirán dándose porque la mayoría de estos plantones están organizados por grupos de estudiantes manejados por determinados grupos políticos acostumbrados a ganar procedimientos. La FEUE es uno de los grupos que más ha protagonizado. Son plantones de 10 o 15 estudiantes. Se originó también un problema grande con estudiantes que tenían que hacer el internado rotativo, ya que la anterior administración no había previsto que eran 1200 cupos y solo había para 600, pero se logró solucionar los 1200 cupos. Había 1300 casos de jubilados, hemos solucionado 850, estamos ya con órdenes de pago a 350 jubilados, hay 150 jubilados que no tienen derecho, pero sus  abogados o dirigentes dicen que sí tienen y los utilizan para decirles que hay que reclamar, hacer plantones. Además vamos solucionando títulos irregulares, cuando llegamos había 5000 títulos represados, los hemos sacado. El problema que se dio por 28 títulos mal dados en Jurisprudencia y Ciencias Sociales ya se están anulando los títulos, porque no teníamos ni los nombres de los estudiantes. Esto hace que en noviembre se convoque a elección de rector, vicerrector académico y consejo directivo, sabemos que no se va a pasar esa fecha, pero se puede adelantar, según el escenario.

La Universidad tiene que pasar una evaluación. ¿Cómo ha avanzado?. 

Una de las metas de la educación superior en el país debe ser ofrecer mejor calidad y ampliar su oferta para que se beneficien la mayor cantidad de aspirantes. La Universidad de Guayaquil es una de las más grandes con 74 000 estudiantes, alrededor de 2300 profesores, 2800 personal administrativo y de servicio. Hemos logrado en un año poner a la Universidad en los mismos estándares en que se encontraba en el 2016, cuando estuvo en categoría B. Nosotros pedimos que nos hagan la evaluación, el CES tenía criterios de suspender la evaluación, pero hemos pedido de forma expresa que sí se la evalúe.

Hay la necesidad de mejorar la oferta de posgrado

Cuando ingresé había funcionando 6 programas de posgrados. Hoy tenemos aprobados 42 programas y 44 especialidades médicas. 

 ‘Prueba Ser Bachiller será para los que quieran estudiar’

“El examen  Ser Bachiller se va a mantener, lo que va a variar es la metodología, los pesos (situación socioeconómica). Pienso que es positivo. No se transforma en un examen más con facilismo para que ingrese todo el mundo. El problema que tenemos en el país es que no existe la articulación debida entre el sistema de educación del bachiller con la universidad. 

“En el sistema de educación nacional hay mucho facilismo, se le ha bajado la calidad académica, muchos estudiantes salen sin leer ni escribir. Y esto hace que cuando lleguen a la universidad no puedan decodificar una ciencia, no tengan razonamiento crítico, numérico, y no puedan entender. Y creen que por estar ingresados solo es de ir a sentarse y pasar el año. Yo leí en algunos datos de prensa sobre dos estudiantes. Uno que desea capacitarse, no es politiquero; él decía que está bien que se modifique la prueba Ser Bachiller y que no es necesario que todos entren a la universidad. Mientras que el otro decía que hay que facilitar. Sostengo que la universidad debe subir la calidad, ser más estricta académicamente.

“Se deben reforzar las carreras intermedias”. 

‘Es verdad que no se ha tenido tiempo para dedicarlo a la academia’

La academia debe aportar con propuestas de soluciones a los problemas del país. Esto ha sido escaso. Roberto Passailaigue indica que en todas partes del mundo la academia es parte de tomar acciones y soluciones, política de acciones pero no política partidista ni “politiquería barata como se ha estado acostumbrado  a hacer en universidades públicas”.

“El país se ha visto capturado por determinados criterios ideológicos que tienden hacia la izquierda y hacia la  derecha. La Universidad no puede mantener esa izquierda o derecha,  debe tener sus conceptos,  los estudiantes deben saber qué es... Las políticas de Estado tienen que establecerse aquí, como las necesidades, las soluciones, las investigaciones. Qué se debe hacer para eliminar la pobreza,  la corrupción”. 

“Es una gran verdad que no hay el tiempo (para aquello). No se olvide que cuando ingresa la Comisión, ingresa  en conmoción interna total... y esto que es emergente nos hace perder la visión de cosas importantes...”, dice Passailaigue. (I)