Christian Cruz: “Por donde lo veas, el guayaquileño siempre es creativo”

Esta entrevista tuvo lugar en uno de los barrios tradicionales de Guayaquil: la Alborada. En este espacio, Christian Cruz Ochoa da clases de pintura a alumnos dispuestos a soltar la mano.

La relación de su obra con la ciudad empezó en su época estudiantil. Era 2001 cuando fue asistente de su maestro, el artista Joaquín Serrano. Tuvo la oportunidad de colaborar en el montaje del mural Guayaquil signos urbanos, ubicado en la misma Alborada.

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El Guayaquil de ese entonces no es más el actual. Las noticias, incluso, perfilan una ciudad diferente, que para los ojos de los turistas y nacionales podría percibirse como bastante insegura.

“Si ya hay demasiada violencia en la ciudad para qué buscar conflictos, problemas (...). Siempre trato de rescatar lo bueno de algo”, reflexiona Cruz, en cuanto al ritmo guayaco.

Para él, esta ciudad no deja de ser una musa inspiradora. Algo que plasmó en su serie “Guayaquil cromático” en 2010. De esa colección conserva dos cuadros: el Palacio de Cristal y el Puente 5 de Junio.

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Christian Cruz Ochoa, artista visual. Foto: Ronald Cedeño. Foto: Ronald cedeño

De ese momento quiso capturar la modernización de Guayaquil. Algo que logró retratando sitios como el Malecón Simón Bolívar y el puente El Velero. Todo en colores intensos, vibrantes.

Para Cruz, lo siempre admirable de este puerto es el empuje de quienes lo habitan. “El guayaquileño, por donde tú lo quieras ver, es creativo, sale adelante”, expresa.

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Christian Cruz presenta su muestra 'Mi espacio'

En su trayectoria no solo está presente el arte, sino también la docencia. Cruz es profesor del Tecnológico Sudamericano y fue director subrogante de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo Guayas (CCENG) y a la par es analista de museos de esta institución. (I)

Lorena Peña: “Deseo sostener la delicadeza que otros descartan”

Cuando Lorena Peña ingresó al Instituto Superior Tecnológico de Artes del Ecuador (ITAE), con apenas 17 años, no avizoraba que terminaría enfocada en “sostener la delicadeza que otros descartan”. En esas palabras encapsula su trayectoria de artista visual.

Era 2006 cuando ideó el proyecto que hasta ahora le abre puertas: Villa Rosita.

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Se trata de una edificación patrimonial, todavía abandonada y en deterioro, que inmortalizó con una propuesta pictórica inédita.

Villa Rosita fue pintada con escarcha. La presentó en el Salón de Julio de ese año y, aunque no ganó, tuvo mención honorífica. Luego, el Municipio compró la obra de 3 m de alto x 250 cm de ancho. En tamaño se equipara a una pared promedio de una casa.

La villa patrimonial de Guayaquil que inspiró obra de María Lorena Peña se expone en Galería Mz14

Entrevista con la artista María Lorena Peña. Foto: Francisco Verni. Foto: Francisco Verni Peralta

De ahí en adelante, el tema de memoria y registro la acompaña. Mientras se formaba como artista, la impactó la regeneración urbana, que vino a desmontar parte de una ciudad que ya no existe más.

Es tanta su afinidad con ese Guayaquil de antaño que se considera “una maquinita de hacer recuerdos”. Incluso, habla de la pérdida de un oficio como fue el labrador de rejas, cuando su uso era ornamental y no por seguridad.

Para ella, este lienzo que es la ciudad se mueve a un ritmo tan acelerado que se desprende de su identidad.

“Guayaquil pierde mucho por el mismo hecho de ser un puerto, que ha sido tan visitado, que se incendió (...). Y termina siendo una mezcla de cualquier cosa”, analiza la artista guayaca.

Lorena tiene 39 años y combina esta pasión con su marca personal @malorena_eltaller, con la que saca agendas, stickers y pines en los que imprime su obra. (I)

David Orbea: “Muestro una postal de Guayaquil poco convencional”

El taller de David Orbea es en sí una obra de arte. El espacio está ubicado en el barrio Las Peñas, en un inmueble patrimonial con vista al río, donde en su momento habitó y creó la escultora Yela Loffredo.

Entre los cuadros que tiene en la pared y guardados resaltan los colores intensos. Su inspiración la encuentra en las calles de Guayaquil, en su vida cotidiana.

“Mi idea es casi que capturar esa fachada, ese patrón que encuentro”, cuenta Orbe, artista visual de 39 años y caminador de la ciudad, preferencialmente de centro a sur, porque es donde más tiene material.

Entrevista con el artista David Orbea. Foto: Francisco Verni. Foto: Francisco Verni Peralta

Y sí, cuando él empieza a mostrar sus cuadros, a describirlos, se hace preciso buscar en su celular la fotografía relacionada que lo llevó a pintar.

La mirada de David Orbea de Guayaquil en Casa del Barrio: la muestra continúa una semana más

“Lo que hago es simplificar por medio de la forma geométrica y el color”, precisa en referencia al concepto que recorre su obra.

“Esta serie se llama ‘Postales’, porque para mí es una forma de mostrar una postal de Guayaquil poco convencional”, explica acerca del foco que hace sobre edificios, camiones, columnas, puertas enrollables que ve llamativos, vistosos y dignos de un cuadro que los perennice.

Por esa razón, lo que hace también dialoga con la regeneración urbana. Para él, aunque ese proyecto fue bueno, hay un reparo desde lo visual: “Convierte a la ciudad como una forma muy homogénea”.

David, actualmente comparte su tiempo de artista con la gestión cultural en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) y, a la vez, en un proyecto que está retomando con fuerza: Espacio Onder, para fomentar la presencia de artistas emergentes. (I)