Elena Hurtado, de 25 años, salió del Hospital de la Mujer Alfredo G. Paulson la tarde del pasado jueves. En las manos llevaba varios documentos. Mientras esperaba un taxi comentó que tenía tres meses de embarazo y buscaba formas de hacerse atender por un profesional médico, por el cierre temporal de dicha casa de salud, regentado por la Junta de Beneficencia de Guayaquil. (JGB)

La mujer señaló que está analizando diversas opciones en otros sanatorios de la urbe para sus consultas y que se ajuste a su presupuesto. “Hasta hoy me dieron consulta aquí, ahora averiguo otros lugares para dar a luz y que me controlen mi salud durante mi embarazo que es lo más importante”, señaló Hurtado.

El Hospital de la Mujer, ubicado en la ciudadela La Atarazana, norte de Guayaquil, suspendió ayer sus actividades temporalmente por ocho meses por un proceso de adecuaciones y potenciación tecnológica. Este viernes se atendió a las últimas pacientes y se gestionó el alta médica o traslado de quienes se encontraban hospitalizadas.

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Karla Quijije, quien presenta cinco meses de gestación, salió del hospital comentando que había resuelto con su ginecóloga seguir recibiendo asistencia, pero en su consultorio particular.

Gloria Jiménez, quien tuvo una consulta en el hospital el pasado jueves, dijo estar de acuerdo con las adecuaciones que se realizarán en este centro. Agregó que es necesario que haya casas de salud con atención en múltiples especialidades tanto para mujeres como para hombres. También indicó que en la ciudad hace falta un sanatorio que acoja a pacientes con patologías diferentes del COVID-19.

Hace varias semanas, los pacientes de este hospital fueron notificados sobre el cierre temporal y que sus tratamientos seguirán realizándose en el Luis Vernaza, ubicado en Escobedo y Loja, centro de la ciudad.

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No obstante, el cierre generó algunas dudas, sobre todo en los trabajadores.

Las enfermeras que ayer abandonaron el hospital luego de concluir su jornada laboral dijeron que algunas se retiraron firmando diez días de vacaciones y otras no tenían claro el panorama respecto de su actividad profesional en semanas posteriores, por el cierre de la casa de salud.

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El centro hospitalario finalizó un ciclo de algo más de cuatro años como establecimiento obstétrico. En el anuncio del cierre temporal por al menos ocho meses, el director de la Junta, Juan Xavier Cordovez, indicó que aumentarán servicios con la atención a patología de hombres, aumento de quirófanos y de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Respecto del personal sanitario, anunció que sería trasladado a otros hospitales de la institución: Roberto Gilbert, en La Atarazana; Luis Vernaza; y el de Neurociencias, en la avenida Pedro Menéndez Gilbert.

La Junta indicó que los servicios de obstetricia, incluyendo emergencia y maternidad, estarán suspendidos durante el tiempo de cierre del hospital. Recalcó que las atenciones en ginecología, obstetricia y mastología se realizarán en el Luis Vernaza.

Semanas atrás, los directivos de la Junta de Beneficencia explicaron que tomaron la decisión de cerrar el hospital en este mes, debido a que se ha registrado una disminución significativa en su ocupación, que llega a menos del 20% de su capacidad total.

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El Hospital de la Mujer fue inaugurado en agosto del 2016 y reemplazó a la Maternidad Enrique Sotomayor, ubicada en el centro de la ciudad. Esta última casa de salud fue rehabilitada el año pasado para acoger a pacientes con COVID-19.

En el Hospital de la Mujer se registraron 6.000 nacimientos durante el 2020. Los directivos declararon a esta casa de salud como libre de COVID-19.

Ante el cierre del Alfredo Paulson, las embarazadas tienen otras opciones en la ciudad, como las clínicas Santa Gema (en la zona de la antigua maternidad Enrique Sotomayor), Aprofe y otras. (I)