La cubierta del buque de instrucción argentino ARA La Libertad, acoderado en uno de los muelles del puerto marítimo, fue el escenario donde familiares de Mártir Antonio Rivero (+), combatiente de la guerra de Las Malvinas, recibieron una presea de reconocimiento a su participación en el conflicto que data de 1982.
Eduardo Acevedo Díaz, nuevo embajador de Argentina en Ecuador; la cónsul general de Argentina en Guayaquil, Paula Casado; y, comandantes del buque Libertad presidieron este evento de entrega de medalla por los 40 años del combate de Las Malvinas, y además de un acto de promesa a la bandera nacional por parte de argentinos.
Rodeado de parte de la tripulación del buque y ciudadanos argentinos radicados en el país, Acevedo entregó el reconocimiento póstumo a María Dolores Zambrano Cedeño, ecuatoriana y esposa del combatiente Rivero, y tres de sus cuatro hijos: Jean Pierre, Jean Paúl y Luciana, de origen local. Ellos se tomaron fotografías con las autoridades argentinas y agradecieron el gesto.
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En la ceremonia, el embajador Acevedo dio palabras alusivas referentes a la medalla presidencial conmemorativa póstuma por los 40 años del conflicto del Atlántico Sur para el veterano de guerra Mártir Antonio Rivero, de quien resaltó su entrega y lucha por la recuperación de la soberanía sobre las islas Malvinas.
Rivero estuvo radicado en Guayaquil, donde formó una familia con su esposa de origen ecuatoriano.
“Las argentinas y argentinos honramos con respeto a los combatientes que dieron su vida y a quienes volvieron al continente llevando sobre sus cuerpos y mentes las secuelas de haber vivido el drama del conflicto armado”, dijo el diplomático, quien añadió que acompañan el dolor de quienes perdieron a sus seres queridos y a quienes permanecen junto a los que siguen con heridas físicas y espirituales del combate.
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Él dijo que el mejor modo de homenajear a Rivero y sus compañeros es seguir “trabajando todos los días para alcanzar el objetivo del ejercicio efectivo de la soberanía sobre las queridas islas Malvinas”.
Luego del acto, en medio de la emoción, Jean Pierre Rivero, hijo del combatiente de la guerra, recordó que su padre, nacido en Santa Fe, vivió 35 años en el Ecuador luego de ir a la guerra.
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Jean Pierre rememoró que su padre provenía de una familia grande, con varios hermanos, e ingresó a la Marina probablemente para tener una forma de destacar en su grupo familiar y obtener tener recursos que permitan ayudar a sus padres.
En el conflicto con Reino Unido, Rivero estuvo apenas con 17 años de edad y participando como integrante de un barco de la Armada argentina, resaltó su hijo. “Nos sentimos muy bien por el homenaje que le hacen, también lo homenajearon en vida en territorio argentino”, dijo.
De su padre, que falleció en época de pandemia, Jean Pierre recordó que siempre les inculcaba sobre el valor de la familia y en compañía de sus seres queridos sobrellevaba los estragos que quedaron por el conflicto.
Él contó que su padre siempre solía hablarles sobre su país de origen y el espíritu combatiente de su gente por “sobresalir” pese a las circunstancias y épocas complejas. “Orgulloso siempre de cómo él destacaba sus raíces”, comentó el joven.
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En el acto de este martes, además, un grupo de 24 argentinos realizaron la promesa de lealtad a la bandera nacional para mostrar su compromiso con el país sudamericano. (I)
