Dos adolescentes de 13 y 15 años resultaron con daños graves en las manos debido a la explosión de camaretas mientras jugaban en los festejos de Año Nuevo en dos sectores de Guayaquil.

El primer caso se reportó en el sector del Guasmo sur. Allí, el adolescente de 13 años estaba jugando cuando, al prender la camareta, no logró lanzarla y le causó daños en dedos y mano.

Más de 24.000 camaretas y otros explosivos fueron decomisados en operativos en varios sectores de Guayaquil

Él fue llevado a un hospital del centro de la ciudad, en donde médicos indicaron que los daños son graves y que le podrían amputar la mano.

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Un caso similar se registró en el sector de Mapasingue, en el norte de Guayaquil. Allí, otro adolescente, de 15 años, tuvo graves lesiones en la mano y fue llevado a un centro de salud.

El ECU911, Cuerpo de Bomberos y el sistema de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) reciben el reporte de este tipo de emergencias a causa de la manipulación de explosivos.

Para mañana, lunes 2 de enero, se tiene previsto que den un balance de las emergencias que se suscitaron entre la noche del 31 de diciembre del 2022 y el 1 de enero del 2023.

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A un centro de salud del norte llegaron menores con quemaduras leves por jugar con chispeadores. Esos casos se trataron de forma ambulatoria. Allí les limpiaron y les pusieron cremas; además, les dieron jarabe para calmar el dolor, según informó uno de los enfermeros de ese centro privado.

El doctor Orlando Pin manifestó que estas lesiones son comunes, ya que los menores manipulan este tipo de explosivos, que en ocasiones detonan antes de lo previsto y ocurre la lesión, que va desde una quemadura leve, de primer grado, hasta amputaciones debido a la magnitud de la explosión.

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Evite accidentes con menores por manipulación de pirotecnia

Él pidió a la ciudadanía que evite que los menores accedan a este tipo de explosivos, para evitar que se registren más casos en estas primeras horas del 2023.

“Desde un chispeador hasta una camareta: el uso descontrolado de petardos durante los festejos de fin de año puede provocar graves lesiones. Amputaciones de las manos a causa de la explosión, problemas acústicos (sordera) y alergias son algunas de las secuelas.120 decibeles es el nivel de ruido que alcanza la detonación de las camaretas de fin de año”, explicó.

Añadió además que las camaretas, por ejemplo, tienen gran cantidad de mercurio y, cuando explotan, generan concentraciones de humo y partículas que son absorbidas por el sistema respiratorio y que pueden alojarse en los pulmones. (I)