En el Instituto de Neurociencias activa programa de seguimiento y acompañamiento a personas en rehabilitación de adicciones y también a sus familiares.

Sara estuvo catorce años inmersa en el consumo de las drogas, y en ese lapso vivió con inestabilidad laboral en varias empresas que le dieron la oportunidad.

Su actitud denotaba falta de constancia e indisciplina, agravada por la adicción. En el 2023, en medio de una escenario tortuoso por su dependencia, ella decidió pedir ayuda a su familia para seguir el tratamiento de rehabilitación, y ahora lleva diez meses en recuperación.

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“Consumía en contra de mi voluntad. No podía manejarlo, no me sentía feliz, no creía en mí. Muchas veces me daban oportunidad en un trabajo, pero no me mantenía”, recordó esta mujer, de 31 años.

Desde febrero anterior, una vez culminado su proceso de rehabilitación, Sara es una de las pacientes que asisten a la Unidad de Seguimiento de Post-Egreso y Acompañamiento del Instituto de Neurociencias, y además continúa colaborando en el área de panadería del mismo centro, que forma parte del proceso de reinserción laboral.

En ese sitio, ella ayuda en la atención a los clientes, que sobre todo son trabajadores del centro.

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El Instituto de Neurociencias cuenta con un proceso de rehabilitación, con una duración de seis meses, y como parte de las necesidades se consideró necesaria la formación de una red de apoyo a los usuarios, explicó Óscar Murillo, psicólogo clínico del Instituto de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) del mismo centro.

Por ello, desde el mes anterior se reactivó el Programa de Seguimiento Post-Egreso y Acompañamiento, que se había instaurado en 2004 y se puso en pausa en época de pandemia.

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El especialista refirió que este es un grupo abierto a la comunidad. Inicialmente, el programa estuvo contemplado para pacientes en proceso de recuperación de adicciones y patología dual, pero ahora se abrió la oportunidad también a la comunidad a nivel general, es decir, otros pacientes externos dependientes a sustancias que necesiten espacios adicionales con apoyo de psicoterapia y familiares.

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El programa de seguimiento tiene una visión de psicoterapéutica que combina la parte vivencial y técnica. Aquello implica la programación de psicoterapias de grupo y que además los usuarios reciben asistencia individual con los especialistas.

“Los pacientes que tienen estos problemas de dependencia tienen que vincularse a un proceso o red de apoyo; si no existe, puede haber la deseabilidad o vuelta al consumo, la violación a la abstinencia o reincidencia. La idea es evitar, prevenir, para evitar una recaída”, apuntó Murillo.

Este espacio, según el especialista, no solamente es un lugar para identificarse y trabajarse, sino para que tengan identidad, puedan expresarse, donde en algún momento aprendan a reconocerse, ser escuchados, no ser etiquetados y puedan ser funcionales socialmente.

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Dentro de los objetivos, contó el especialista, también se enfoca el trabajo para dar terapia multifamiliar con inclusión de codependientes, o allegados de ellos pueden acudir a la terapia de grupo o de manera individual.

Sara es una de las beneficiarias de este programa de seguimiento. Foto: José Beltrán

“La idea es que el usuario vaya formando una red de apoyo desde este espacio, con un componente psicológico que le permita tener o usar herramientas que las posee o que les podemos enseñar a usarlas”, dijo y agregó que, en cuanto a familiares, se los ayuda a vincularse a tener una buena comunicación y ser una red apoyo hacia su allegado.

En el espacio para los usuarios codependientes se trabaja sobre la conciencia de la enfermedad, desarrollo de habilidades sociales para afrontar recaídas, manejo de comunicación asertiva, conflictos familiares y cómo hacer su proceso de reinserción social y acompañar en el proyecto de vida.

Dentro de este programa, Sara comentó que las herramientas ofrecidas por los especialistas le ayudan a enfrentar problemas diarios, a través de una buena salud mental, estabilidad emocional y un proyecto de vida.

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“Uno se topa con situaciones afuera que no se daban dentro del periodo de paciente interna; es un poco difícil salir y estar donde todo el mundo consume. Aquí he aprendido habilidades para enfrentar estas situaciones, saber que debo cumplir ciertos pasos para mantenerme en mi proceso”, remarcó la usuaria Sara.

Ella sueña en poder seguir una carrera de Enfermería para asistir a los afligidos por dolencias.

Cifras

  • Desde inicios de febrero anterior, esta Área de Seguimiento registra 94 atenciones, de las cuales el 58 % son pacientes de la UCA, el 38 % son usuarios externos y el 8 % familiares de estos.
  • En general, la unidad tiene 48 personas en las terapias, de las cuales 26 son hombres y 22 son mujeres, de 22 a 75 años. Las atenciones para pacientes se dan los lunes, miércoles y jueves, mientras que los martes y jueves se da para familiares.
  • La participación en las terapias del programa, que se maneja por parte de un psicólogo clínico y un operador vivencial, es totalmente gratuita. (I)