Las salas de cine están llenas de películas comerciales que buscan complacer y entretener al público masivo. Ocasionalmente, por ahí se cuela una que otra de las llamadas cintas de “cine arte”, filmes menos tradicionales, propuestas de autor que tienen un público más limitado, pero fiel. Pero si hablamos de documentales, su presencia es prácticamente nula. Este tipo de producciones que tienen sus propias categorías en los premios Óscar abarcan todo tipo de temas y nos brindan una mirada más amplia a temas de los que tenemos cierto conocimiento y también de temas de los que no sabemos nada o preferiríamos no saber. Pueden ser históricos, biográficos, testimoniales, divertidos, profundos, reveladores.

Pero si no están en los cines, ¿dónde los vemos? Afortunadamente vivimos en una época donde las producciones audiovisuales se pueden ver más allá de las pantallas y medios tradicionales. Para muestra, tres documentales a los que se puede acceder hoy, con tres temáticas muy diferentes entre sí, pero que merece la pena echarles un vistazo. Gracias a Netflix, por ejemplo, podemos ver el documental corto ganador del Óscar este año, Period. End of sentence; en televisión pagada, en HBO se está exhibiendo el documental estrenado en enero de este año en el Festival de Sundance, Leaving Neverland; y también en televisión pagada, en NatGeo está disponible el documental ganador del Óscar este año, Free Solo. Estas tres producciones son solo una pequeña muestra de la versatilidad de los documentales.

En la primera de las producciones nombradas, Period. End of sentence, vemos a un grupo de jóvenes que hace toallas sanitarias en una pequeña fábrica de la India. Este documental nos presenta con una narración fluida y moderna un tema que parece increíble que suceda en pleno siglo XXI: los tabúes que existen alrededor de la menstruación, un tema del que no se habla, que genera vergüenza e incomodidad y que los protagonistas de este documental buscan normalizar. Risas incómodas e historias que conmueven en tan solo 25 minutos.

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El segundo de los documentales aquí nombrados, Leaving Neverland, por el contrario tiene un extensa duración de cuatro horas y se presenta en dos partes. Este filme cuenta principalmente a través de los testimonios de sus protagonistas Wade Robson y James Safechuck y sus familias, el abuso sexual que según ellos sufrieron cuando eran niños por parte de la megaestrella del mundo del pop, Michael Jackson. Esta producción revive las acusaciones que rodearon durante parte importante de su vida al Rey del Pop, pero esta quizás sea la primera vez que tenemos acceso a una revelación tan detallada de boca de sus propios protagonistas. Obviamente Michael Jackson ya no está aquí para defenderse o dar su versión, pero este documental está clara e intencionalmente contado desde el punto de vista de las supuestas víctimas. Está en cada espectador decidir si cree que lo que aquí se narra es verdadero o no. En todo caso, como producción, no se pude negar que es un filme con una fuerza e impacto emocional que no pasan desapercibidos.

Free Solo, el último de los documentales aquí mencionados, cuenta la preparación de Álex Honnold para escalar sin la ayuda de cuerdas ni ningún equipo, sino solo sus manos y pies, la gran formación rocosa conocida como El Capitán en el Parque Nacional Yosemite de Estados Unidos, con casi mil metros de altura. Esta película cuenta con una impresionante y hermosa fotografía que nos muestra la verdadera magnitud de las proeza que Honnold pretende realizar. A medida que avanza la cinta vamos conociendo un poco más a su protagonista para tratar de entender por qué una persona se arriesgaría a algo tan extremo, pero el punto más alto del documental son los 15 minutos finales en los que Álex lleva a cabo la conquista de El Capitán, es un momento digno de cualquier filme de suspenso que nos mantiene al borde del asiento. (O)