“Cuando se aproxima el grado de los compañeros de mi hijo, escucho muchas quejas de los padres: unos se quejan de los gastos que se avecinan, otros de las fiestas y agasajos, pero la mayoría se lamenta porque los muchachos no obtuvieron los resultados suficientemente buenos para entrar a las llamadas ‘mejores universidades’ que ellos tanto anhelaban. Muchos de estos padres están decepcionados. Esta carta es para todos ellos.