Primero llegó Coco Chanel, cuando le puso por primera vez pantalón a la mujer para que pueda dar pasos más largos e ir a los lugares que merece (1920). No se quedó quieta, por supuesto, e inventó después el poderoso saco sastre de tweed, una versión masculina de la chaqueta, pero sin hombreras y cuellos cerrados (1950).