Hasta hace pocas décadas, el término “neurótico” era comúnmente utilizado para describir a una persona con ansiedad, depresión, irritabilidad, inseguridad, obsesiones y similares desajustes en su personalidad. Estas condiciones le afectaban, pero no impedían, el manejo de su vida diaria, aunque a menudo necesitaba ayuda psicoterapéutica y/o farmacológica (ansiolíticos, antidepresivos, etc.).