El contactless es un método que permite realizar pagos tan solo acercando la tarjeta al dispositivo con el que se realiza el cobro. Esto es posible gracias a la  tecnología inalámbrica de corto alcance, denominada NFC (Near Field Communication) que permite la transmisión instantánea de datos entre dispositivos que se encuentren a unos cuantos centímetros de distancia.

NFC actualmente ya es usado en muchos lugares, en parqueaderos, en estaciones de buses, para ingresar o salir de ciertos lugares, entre otros. 

Debido a su facilidad de uso, muchos temen que esta sea una forma arriesgada de pago con pocas garantías. Aunque no es infalible, debe conjugarse un amplio número de  condiciones para que burlar el sistema sea posible.

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Hay que tomar en cuenta que como rango operativo para la comunicación, esta tecnología requiere un máximo teórico de 10 cm, aunque en la práctica esta limitación es de 4 cm o menos. Por lo que para esquivar la seguridad del sistema debe haber gran proximidad. 

En ciertos países para evitar robos, se permite que el usuario pague hasta determinado monto sin un pin, pero que si la cantidad aumenta, debe digitar un código. También existe un número de cobros limitado.

Problemas de seguridad que podrían presentarse

Eavesdropping

El eavesdropping (o escucha secreta, en español) ocurre cuando una tarjeta contactless transmite su información, mediante NFC, sin verificar quién la está leyendo, es decir, no verifica qué datáfono (máquina por la que se pasa la tarjeta de crédito o débito) está realizando el cobro.

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En teoría esto podría ser posible, sin embargo, en este proceso, el dinero tendrá que ir destinado a una cuenta bancaria, lo que revelaría la identidad de quien efectuó el delito. Además, los bancos se cercioran de que los datáfonos sean entregados a personas o compañías que harán un uso apropiado de los mismos.

A esto se suma que estos dispositivos son sumamente sensibles a la posición y movimiento de la tarjeta contactless, lo que dificulta que el delincuente la use sin que el propietario de la tarjeta se percate de ello.

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Este tipo de dudas surgen entre quienes creen que, por ejemplo, podrían ser víctimas de la delincuencia mientras van en un transporte público y alguien utiliza un dispositivo cerca de la cartera o la mochila para activar una tarjeta contactless.

En todo caso, hay diferentes medidas que una persona puede tomar para evitar ser víctima de esto, entre estas, usar fundas especiales que bloquean la señal de las tarjetas contactless, el papel aluminio también puede cumplir esta función (si es que se tiene mucha desconfianza de que algo pueda ocurrir). 

Las entidades bancarias también han presentado aplicaciones móviles desde donde es posible desactivar esta opción mientras no se la utilice. También se pueden añadir otros métodos de identificación, como la incorporación de un pin o que se requiera presionar un botón para aprobar la transacción.

Alteración de las ondas RF

Desde la teoría, es posible emitir ondas de radio en el mismo espectro que NFC, interviniendo la comunicación. Sin embargo, esto requiere un complejo equipo de hardware y software y un amplio conocimiento de radiofrecuencia, además de una antena de tamaño considerable.

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Retransmisión

El protocolo NFC es vulnerable a los ataques de retransmisión, ya es es posible engañar a una tarjeta y a un datáfono y retransmitir la comunicación que ocurre entre ellos a través de dos dispositivos que se comunican entre sí y con capacidad NFC (por ejemplo, dos teléfonos móviles).

Esto es factible, pero hay que tener en cuenta que para que puedan “robar” dinero de una tarjeta contactless tiene que ser un ataque en tiempo real: es decir, la comunicación con el datáfono y la tarjeta ha de hacerse en el mismo momento. Lo que no ocurre, dado que luego de hacer la transacción, no realiza el cobro inmediatamente.

¿Nos puede robar fácilmente por NFC?

Para que ocurra un delito de este tipo se requieren diversas complejas condiciones, por lo que fácilmente, solo acercándose, realmente no sería posible un robo. Además, existen diversas medidas de precaución que pueden tomarse para evitar ser víctima de  esto. (I)