Mientras que Quentin Tarantino y su Érase una vez... en Hollywood salieron triunfantes en la entrega de los Globos de Oro, Martin Scorsese y su cinta El irlandés se tuvieron que ir a casa con las manos vacías. La gran sorpresa: Sam Mendes que se llevó los premios a mejor director y mejor película dramática por 1917, reconocimientos que ni siquiera él mismo esperaba.

Bajo la conducción del cómico Ricky Gervais, los Globos de Oro brindaron un show en su mayor parte entretenido, aunque extenso como siempre (fueron un poco más de tres horas de transmisión). La noche empezó con el monólogo del presentador advirtiendo que esto se iba a extender, para luego pasar a ‘atacar’ a la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, a los servicios de streaming y a todos los artistas ahí presentes, a quienes recomendó no dar discursos políticos, ya que en realidad saben muy poco del mundo real.

En medio introdujo bromas acerca de la extensión de El irlandés y la altura de Martin Scorsese. Nadie quedó a salvo de Gervais. Todo bajo el pretexto de que era la última vez que conducía el show. Esta fue su quinta ocasión haciéndolo. Si bien su humor ácido y crudo no es para todos, lo bueno es que Gervais nunca nos deja indiferentes y nos tiene hablando y comentando su trabajo. Sin duda una mejor elección que Jimmy Kimmel en los Óscar, por ejemplo.

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Los galardonados, por supuesto, no hicieron caso a Gervais y uno de los temas más mencionados de la noche fue el cambio climático y la situación de los incendios en Australia. Pero también hubo referencias y llamados a votar en las elecciones estadounidenses, un apasionado discurso de Michelle Williams acerca de los derechos reproductivos de la mujer (uno de los más aplaudidos) y un extenso y a veces confuso mensaje de parte del ganador del Globo de Oro a mejor actor dramático, Joaquin Phoenix, por su trabajo en la cinta Guasón. Pero también hubo discursos más relajados como el de Brad Pitt al ser premiado por su papel en Érase una vez...en Hollywood, quien le dio las gracias a Leonardo DiCaprio, o LDC, y aseguró que él sí hubiera compartido parte de su balsa, en referencia a la cinta Titanic.

El director surcoreano Bong Joon-ho, triunfante con su excelente Parasite, habló con la ayuda de una traductora y alentó a todos a no temerle a los subtítulos y descubrir un increíble mundo de películas de diferentes partes del mundo. Y tiene mucha razón. Es realmente triste que un idioma extranjero detenga a algunas personas de vivir la experiencia de ser testigo de verdaderas joyas como la dirigida por el surcoreano.

Si el año pasado las mujeres vistieron en su mayoría de negro en apoyo al movimiento #MeToo, este año la moda volvió a jugar un papel protagónico en la alfombra roja. No faltaron los diseños que llamaron la atención como el de Gwyneth Paltrow o Jennifer López. Pero sin duda, uno de los que más llamó la atención fue Billy Porter, protagonista de la serie Pose con su ya regular combinación andrógina en un solo atuendo.

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En resumen, fueron unos Globos de Oro más relajados que los del año pasado. Aunque Ricky Gervais los encuentre tediosos son una buena manera de arrancar la temporada de premios que se vienen en seguidilla hasta febrero que se entregarán los Óscar. (O)