En el pasado se crearon varios mitos sobre la masturbación, por ejemplo, que el que la practicara no crecería lo normal, que se volvería loco, le saldrían pelos en las manos o que esa acción es pecado y sería castigado. Incluso John Kellogg creó su famoso cereal en 1898 -entonces de sabor simple- para evitar que la población se masturbara, pues este creía que las comidas picantes y otras 'favorecían el pecado'.