Mi primera columna del año la quiero dedicar a crear conciencia en cada uno de ustedes. El objetivo de esta página es tratar distintos temas relacionados con los animales, conversar con profesionales de distintas ramas y compartir datos e información interesante. Pero hoy con estas palabras espero incentivarlos a ver el mundo con más conciencia ya que solo así apreciamos todo lo bonito, colorido y diverso que este nos ofrece, porque finalmente no estamos solos en este planeta.

Los humanos somos una parte minúscula de todo el ecosistema, animales racionales que sin duda alguna dominamos el mundo y hemos evolucionado y generado progreso en nuestras vidas a lo largo de la historia, pero en varias ocasiones afectando al resto de seres vivientes que comparte este mundo con nosotros.

A veces tomamos la vida sin valorarla, seguimos en la rutina sin realmente ver lo privilegiados que hemos sido todo este tiempo de ser los seres más evolucionados, pero eso no quiere decir necesariamente que seamos los mejores.

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Hoy en día es muy difícil que alguien no esté enterado de la realidad en la que vivimos o de algún suceso importante. La información está al alcance de todos y de manera inmediata. Somos testigos de los desastres naturales y humanos que se viven día a día. Naturales como los incendios forestales incontrolables suscitados en la Amazonía, lo que vivió Australia desde septiembre donde se perdieron 24 vidas humanas y millones de animales, incluyendo 25 000 koalas.

Nosotros tenemos un impacto en este mundo, desde que damos nuestro primer respiro al salir de la panza de nuestra madre, hasta el día en el que nos morimos. Por eso debemos cambiar ese impacto, de negativo a positivo, llevadero con nosotros mismos y con los que nos rodean, y que no solo son seres con dos piernas, no, el respeto a todo ser viviente es fundamental.

Se trata de tomar medidas y decisiones en nuestros hábitos, desde casa, y créanme que no pretendo que demos un giro de 360 grados, ni que sea de la noche a la mañana, no se me ocurre, pero sí podemos realizar pequeños cambios al abrir nuestra mente y saber lo que tenemos en nuestro plato por ejemplo. Empecemos a preguntarnos: ¿de dónde vino y cómo vivió ese animal?, ¿quién estuvo atrás de sacrificarlo para que nos podamos alimentar?, ¿cuánto nos cuesta económica y ambientalmente?

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Todo lo que hagamos tiene un impacto, absolutamente todo. Si dejamos a un lado el ser consumistas y superficiales, algo cambiará en el mundo. Si crees que capturar delfines no es en Ecuador, pero sí en otro lado del mundo, y en las vacaciones vas y pagas por ese tipo de entretenimiento, estas siendo parte de uno de los tráficos y acciones más sangrientas y repulsivas, solo por darte unos 20 minutos de distracción, cuando estás financiando cortarle prácticamente la vida a ese animal. Y lo mismo con la ropa de cuero o pieles.

Aterrizando un poco a lo local, y a donde también somos indiferentes, a la hora de comprar un perro, un gato o cruzar a mi gata porque “quiero ser abuela”. Eso es ser indiferente con la sobrepoblación de animales actual que vive el Ecuador. Miles son abandonados a su suerte día a día o terminan en casas donde ni los humanos tienen que comer, todo “porque quise ser abuela”. Debemos de mirar al otro lado y ser un poco más sensibles, rescatar, donar y salvar una vida que está en la calle por culpa de nosotros.

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Si abren un poco su corazón y se dan la oportunidad de considerar a los demás seres como residentes, con los que debemos convivir en armonía, dejar de ser consumistas y parte de la sociedad del descarte, vamos a sentirnos mucho mejor. Si no te gustan los animales, no te digo que los adoptes, pero sí que los respetes. Si necesitas comprar algo, pregúntate si luego puedes donarlo, reciclarlo o reutilizarlo. Empecemos a seguir a verdaderos influencers del cambio, que nos motiven a ser mejores, a probar cosas nuevas y buenas, no solo a vernos bien con el último outfit de moda.

Esta columna también es un recordatorio para mí, porque no soy perfecta ni hago todo bien, pero estoy en eso, siendo más consciente e inculcando mejores cosas a mi descendencia para que sea mejor que yo.

Seamos más zoociales, al dar nuestra mano al planeta que tanto lo disfrutamos. (O)

bsalame@gmail.com

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