Mucho se habla de que febrero es el mes del amor, pero poco se quiere decir que también se trata del sexo. ¿Será porque sigue siendo tabú? El mitológico Eros, quien era el dios del amor ¡pero también del sexo!, ha venido a Guayaquil a ser la inspiración de los teatristas para presentar un ciclo especial para mayores de edad.

Nos hemos demorado en hacer esta crítica, ya que por tercer año consecutivo Pop Up Teatro Café (Urdesa) presenta en forma de temporada La era del sexo 3, con puestas en escena a manera de “citas”, que pasan a relatar como comedias picantes lo que nos sucede comúnmente cuando tenemos primeras citas.

Dos personajes se encuentran y se desarrollan varias tramas que hacen hilo conductor con las otras, por medio de sus actores. Es lo que tienen de especial los ciclos que Pop Up trae en febrero: ocho obras en formato de teatro breve que una vez allí seremos seducidos por querer ver todas.

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Gonzalo y Eduardo (Santiago Carpio y Fabo Doja): con estética realista y un naturalismo abrumador, se presenta Eduardo como sex symbol a su cita a ciegas con Gonzalo. Eduardo es un tipo carismático y de personalidad imponente, atractivo y bien puesto, a quien Gonzalo intentará conquistar, ¿podrá?

Pero Eduardo tendrá otra cita y esta vez con Flor (Noralma Reeves). Ellos se encuentran en una discoteca. Acá los espectadores estamos parados y la música en tono de fiesta, nos invita a todos a bailar. La muestra, candente e interesante, hace parte al espectador de la acción. Los actores juegan con eso y el espectador, libre e inmerso se vuelve un voyeur (voyerista). ¿Cuál será el desenlace de esta cita?

En las obras no hay grandes cambios de vestuarios, tampoco de escenografías, las mismas que son minimalistas (bien para lo que necesitamos ver). La producción con que se trabaja es intensa. Los actores están de un lado al otro para cumplir con sus citas, lo que nos indica actuaciones ágiles y un condimento interesante: simultaneidad en la acción. Bien en el componente técnico, ¿dónde quedó el artístico?

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Es importante la repetición del recurso del amor romántico y el sexo, porque el espectador también ha tenido citas en las que habla de “familia”, cuando de lo que esa noche se trata es solamente un encuentro ocasional. Así le pasó a Franco (Alberto Rivera), cuando se encuentra con Maitena (Scarlett Córdova) ¿Es un error o no?

Hay más citas que tienen desenlaces inesperados como los de Nora y Franco (Michelle Prendes y José Andrés Caballero), Julián y Marcela (Mare Cevallos y Ney Calderón), entre otras.

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Párrafo aparte merece decir que el ambiente del lugar se presta para este evento, que es de fiesta, diversión y alegría. Los espectadores están con sus bebidas, los actores también. Se percibe que todos se divierten, aun cuando el actor está trabajando.

Finalmente, este es un ciclo donde se plantean temas que pasamos generalmente por alto. Sin embargo, ya que estamos hablando de sexo en el teatro, no se debe dejar de lado la diversidad y las tentaciones con las que quienes están llenos de tapujos luchan a diario.

Esperemos que en el próximo ciclo se aproveche lo que ha quedado por fuera en relación al sexo y surja desde la investigación, asimismo, historias cómicas, candentes y también reales; que no busquen solamente “quedar bien”, también las verdades en torno al sexo: la hipocresía, deseo, amor, angustias, ego, dolor, abuso, machismo, misoginia, frustración, imposibilidad, etc. Hay un año para indagar y hacer de la Era del sexo… un hito. (O)