Este año lectivo tendrá condiciones inéditas. Por primera ocasión, los estudiantes del régimen Costa y Galápagos comenzarán su instrucción en el hogar debido al confinamiento ordenado por la pandemia.
El espacio que los niños y adolescentes emplean regularmente para realizar los deberes quizás no sea suficiente, ya que ahora deben dedicarle más horas hogareñas al trabajo académico.

La mayor dificultad a la que se enfrenta una persona que debe estudiar en casa es la de caer fácilmente en distracciones y en procrastinación; es decir, sustituir las obligaciones por actividades de entretenimiento o descanso, dejando las responsabilidades serias para un momento posterior".

La mayor dificultad a la que se enfrenta una persona que debe estudiar en casa es la de caer fácilmente en distracciones y en procrastinación; es decir, sustituir las obligaciones por actividades de entretenimiento o descanso, dejando las responsabilidades serias para un momento posterior. Para evitarlo, debemos huir de los estímulos que llevan a reemplazar el estudio por otra actividad.
Esa debería ser una de las metas al adecuar un espacio ideal para las clases: mantener al alumno alejado de las distracciones, como televisión, juegos de video o conversaciones con la familia. Y mucho cuidado con el celular. Actualmente es el principal distractor para un joven.
Aquí más consejos:
El lugar debe ser agradable. La decoración no es una pérdida de tiempo. El alumno pasará varias horas en ese sitio, así que hacerlo lo más atractivo y personalizado ayuda mucho al desempeño.
Aprovechar la luz natural. La luz natural le facilita el trabajo a nuestra vista y, además, disminuye la sensación de cansancio. Así que es mejor estudiar todas las horas posibles con luz del sol. Así que una ventana ayuda. Cuando avance el día, utilice lámparas de luz blanca. Procure además tener una luz en la mesa o una lámpara potente en el techo.
Espacios amplios. No siempre existe esta posibilidad, pero en el caso de poder elegir, procuremos que el lugar de estudio sea amplio y cómodo. Y mejor si ocupamos alguna habitación vacía. Estudiar en un sitio distinto a la sala, el comedor o el dormitorio aumenta la concentración: no pensaremos ni en comer ni en dormir. Además, la mesa o escritorio deberá contar con suficiente área para la computadora, de tenerla, y para abrir los cuadernos o libros.
Muebles ergonómicos. La ergonomía se encarga del diseño de los lugares de trabajo y demás tareas, con el fin de optimizar el sistema humano-máquina-ambiente. Se aplica en la fabricación de mobiliario que se adapte a las características fisiológicas, psicológicas y anatómicas de las personas, evitando que alguna mala posición o movimiento afecte la salud. En los ambientes de estudio se pueden encontrar desde artículos básicos como escritorio y sillas, hasta más específicos como los que se utilizan para la posición de la computadora y otros.
Mantener el orden y la limpieza. Los padres deben indicarle al niño o adolescente que el espacio debe permanecer ordenado y limpio, lo cual es un detalle muy importante para que la estancia no sea incómoda. Resulta importante que el alumno se apropie emocionalmente del lugar para que aprenda a cuidarlo.
Alejarse de los ruidos. Procuremos elegir el espacio menos concurrido de la casa. Aunque si vemos que la música de los vecinos puede convertirse en un problema, siempre podemos utilizar tapones para los oídos. También podemos hablar con los familiares y pedirles que hagan el menor ruido posible.
Silencio o sonidos amenos. Algunas personas necesitan estudiar en completo silencio. Otras con música de fondo. Este es otro aspecto a personalizar según lo que creemos ayuda a cada uno a la concentración.
Fuentes: www.universia.com.ar, www.emagister.com.