El mundo poco a poco va reabriendo sus puertas, pero el momento de los cines no ha llegado todavía. Mientras tanto, las plataformas de streaming se han convertido en la alternativa para los amantes de las películas. Dentro de los extensos catálogos de estos servicios, siempre hay una cinta que destaca, tal es el caso de Extraction o Misión rescate –su título en español– protagonizada por Chris Hemsworth y que con casi 100 millones de reproducciones se ha convertido en uno de los filmes más vistos de Netflix.

¿Por qué ha llamado tanto la atención esta película? Porque es una cinta de acción muy entretenida, con espectaculares enfrentamiento, situaciones límite y un protagonista que está en un momento muy bueno de su carrera. El filme no es perfecto, pero tiene todos los elementos necesarios de un gran blockbuster, y durante dos horas nos hace olvidar de este confinamiento obligado.

Nuestro protagonista se enfrenta a diferentes situaciones de las que un ser humano normal no podría salir bien librado, pero en el cine de acción todo es posible. Lo interesante es que, aunque racionalmente sabemos que lo que estamos viendo en la pantalla es una gran exageración, lo perdonamos y lo disfrutamos".

Chris Hemsworth interpreta a Tyler Rake, un mercenario que no le encuentra mucho sentido a su vida y pasa sus días entre el alcohol y el tedio. Cuando recibe una llamada para que se encargue del rescate del hijo secuestrado de un traficante de la India, Tyler acepta porque el dinero es bueno, y, en caso de no lograrlo, podría morir, lo cual tampoco estaría mal para él. De aquí para adelante, la película nos sumerge en el submundo más violento de Bombay y empieza la montaña rusa de emociones que es Misión rescate bajo la dirección de Sam Hargrave.

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Nuestro protagonista se enfrenta a diferentes situaciones de las que un ser humano normal no podría salir bien librado, pero en el cine de acción todo es posible. Lo interesante es que, aunque racionalmente sabemos que lo que estamos viendo en la pantalla es una gran exageración, lo perdonamos y lo disfrutamos. Ese es uno de los puntos fuertes de la película. Lamentablemente, todo el esfuerzo y dedicación que se les dio a las escenas de acción, no se le dio al desarrollo de los personajes. Algo nos cuentan para que entendamos por qué Tyler Rake ha llegado a ser quien es, pero es una información muy superficial. Los villanos son personajes unidimensionales cuyo único interés es ser malos, porque sí, porque si no lo son, no hay película.

El actor compartió en su Twitter que la película 'está en camino de convertirse en el estreno más grande de la historia en Netflix, con un estimado de 90 millones de hogares participando'".

Misión rescate tiene un aire a esa Duro de matar protagonizada por Bruce Willis a finales de los años 80, aunque ambas terminan de forma muy diferente. No diré nada más sobre ese punto. Tanto John McClane (Willis) como Tyler Rake (Hemsworth) tienen todas las de perder, pero ya sea por su ingenio, su manejo de las armas y, por qué no, un poco (o mucha) de suerte logran burlar a sus enemigos y cumplir con sus objetivos, que al final es lo importante para la historia.

El actor compartió en su Twitter que la película “está en camino de convertirse en el estreno más grande de la historia en Netflix, con un estimado de 90 millones de hogares participando” y agradeció a todos los que la vieron. De allí que no sorprende entonces que Netflix ya esté trabajando en una segunda entrega.

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Queda claro que esta no es ninguna cinta profunda, ni plantea grandes cuestiones trascendentales, ni tiene las mejores actuaciones de la historia del cine, y definitivamente no está sostenida por un gran guion. Pero también es indiscutible que es una película muy entretenida. Y a veces, eso es lo único que buscamos en un filme. Y también es válido. En ese sentido, Misión rescate cumple con su cometido y durante dos horas nos olvidamos del famoso virus que nos tiene a todos, entre otras cosas, sin ir al cine. (O)

ojosecosec@gmail.com