En la provincia de Chimborazo se ubica un singular sitio turístico que ha ido ganando popularidad en los últimos años. Se trata del desierto de Palmira, una zona con una extensión de 10 hectáreas, en la que se pueden realizar actividades como camping, ecoturismo, fotografía, caminatas entre otras alternativas.

El sitio, cuyas temperaturas fluctúan entre 8 y 24 °C, suele presentar lloviznas en determinadas horas del día,pero es una gran opción para viajeros que desean conocer un paisaje desértico dentro del Ecuador. La zona está rodeada por bosques de pino, que complementan la belleza de este extraordinario sitio, porque los habitantes de la cercanía querían impedir que la erosión afectara sus campos.

Está ubicado a pocos kilómetros de Guamote, en la vía a Alausí, y a este se puede llegar tanto en vehículos particulares como en transporte público. Para esta última opción, desde la terminal de Riobamba se puede tomar un bus hasta el cantón Guamote, situado a 59 km. Este viaje toma aproximadamente una hora.

Publicidad

El desierto se encuentra a 16 km (15 minutos) de Guamote, desde donde se puede tomar un taxi hasta Palmira. El costo de esta carrera es de aproximadamente $6.

Para quienes viajan en vehículo particular, una vez en Guamote deben dirigirse en dirección a la parroquia Palmira Dávalos y, antes de llegar a la misma, tomar la vía San Francisco de Bishud por aproximadamente 1,2 km.

Para ingresar al desierto se debe pagar el valor de un dólar. Este dinero se recauda con el objetivo de costear la guardianía que hay en el sitio, que vigila que quienes llegan al lugar no causen daños o realicen actividades indebidas.

Publicidad

Aunque en el sitio se pueden realizar diversas actividades, también es ideal para únicamente relajarse y contemplar la belleza que posee este lugar.

¿Por qué hay pinos en la zona?

En 1997, integrantes del Comité de Gestión Local de Guamote comenzaron a sembrar pinos con el objetivo de contener las tormentas de arena y el avance de la acelerada erosión del suelo que desertificaba el páramo. Las 10 hectáreas que conforman el desierto de Palmira es la zona que finalmente no se pudo recuperar. (I)