Un libro bello. Así puede catalogarse el nuevo poemario de la escritora Maritza Cino Alvear, voz capital de la literatura guayaquileña. Un tono mostaza sirve de fondo a pequeñas ramas verdes, florecidas, que configuran la portada y que son la puerta de entrada a El temblor de los huertos, título tan sugestivo como evocador de la naturaleza, que invita a recorrer los versos recientes de la autora ecuatoriana, hondos, diáfanos, como toda su anterior producción, o quizá más, puesto que acaso la maestría consista en suscitar con el lenguaje una forma nueva y sin artificios de expresar aquello que se quiere nombrar. Y eso que nombra es la vida. El tiempo. Las ausencias y presencias. Los espacios. Los efectos.