A Victoria no le gusta ocultarse. Desde muy joven se negó a usar prótesis en los brazos porque estas no eran funcionales y sintió que estaban ahí solo para taparla o para darle algo para esconderse. Y luego de experimentar por un tiempo con una esponja para cubrir la prótesis de la pierna, se la quitó, y hasta hoy utiliza su extensión metálica con la que sale a pasear, baila, modela y viaja.